La sequía ha causado estragos en el país más grande. Ya no tiene ríos y va a limpiar toda el agua del mar. El mundo está agonizando ante el avance de este mal que acecha lugares como Doñana. Este fenómeno climático se caracteriza por la escasez prolongada de precipitaciones, provocando una reducción significativa de los recursos hídricos disponibles en una zona específica.
Algunas de las razones por las que se da son la escasez de lluvias, el cambio climático y la sobreexplotación de tierras agrícolas, entre otras. Las consecuencias son terribles para el ser humano: pérdida de producción agrícola y de biodiversidad e incluso malnutrición.
En estos momentos, la situación se está intensificando todavía más, ya que la tierra se está calentando por encima de lo normal. Hay lugares en los que la caída de agua es cada vez más remota y otros en los que ni siquiera aparece.
La sequía pone en aprietos a este país
Un grupo de paneles solares están absorbiendo los intensos rayos de sol para hacer funcionar una planta de desalinización en el este de Arabia Saudita. La falta de agua ha llevado al país de Asia Occidental a tomar esta drástica decisión. Representa un paso adelante en la búsqueda de agua para paliar las necesidades de la población.
El país ya no cuenta con lagos, ríos ni lluvias regulares, por lo que busca apoyo en decenas de instalaciones que convierten en potable el agua del Golfo y el mar Rojo. La planta de Jazlah, en la ciudad de Jubail, es la primera en usar la energía solar para desalinizar.
Descubrieron esta práctica hace más de un siglo con máquinas introducidas por las administraciones otomanas para los peregrinos musulmanes de La Meca. En la actualidad, iniciativas como la planta de Jazlah deben permitir que el reino combata las crecientes necesidades en materia de desalinización.
Esta industria consume mucha energía, al mismo tiempo que cumple sus promesas de disminuir las emisiones de CO2 para llegar a su ansiado objetivo: la neutralidad de carbono hacia 2060.
Las energías limpias harán posible que Jazlah ahorre alrededor de 60.000 toneladas de CO2, según han informado las autoridades de Arabia. Cabe destacar que hablamos de un país con una población que podría llegar a los 100 millones de habitantes en 2040 y que actualmente tiene 32.2 millones.
Arabia Saudita está en una situación complicada por la sequía
“La población aumenta y su calidad de vida mejora, lo que requiere cada vez más agua”, expuso Marco Arcelli, presidente de ACWA Powe, administrador de Jazlah. El historiador Michael Christopher Low, de la Universidad de Utah (EEUU) considera que la desalinización en Arabia Saudita es una cuestión de “vida o muerte”.
“Se trata de una cuestión existencial para los Estados del Golfo”, expone el profesional, que ha resaltado los “límites” que posee una desalinización totalmente ecológica.
Varias compañías se están haciendo cargo de la desalinización de Arabia. La compañía Saline Water Conversion Corporation (SWCC) cuenta con una capacidad de producción de 11.5 millones de metros cúbicos diarios mediante 30 plantas.
Dicho desarrollo tiene un costo. En el año 2010, las instalaciones de desalinización sauditas registraban un consumo de 1.5 millones de barriles de petróleo diario, o sea, más del 15% de la producción actual.
Actualmente, siendo Arabia Saudia la primera economía árabe y el exportador de petróleo más importante del mundo, se encuentra en las mejores condiciones para construir todas las instalaciones que necesite para la producción de agua.
“Ya lo ha hecho en contextos más difíciles, como la desalinización masiva del mar Rojo y el suministro de agua desalinizada en las altas mesetas de las ciudades santas de La Meca y Medina”, señaló Laurent Lamber, del Doha Institute for Graduate Studies, según informa AFP.
La empresa SWCC asegura que quiere recortar 37 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono para 2025.
En conclusión, Arabia Saudita ya se está poniendo manos a la obra para limpiar toda el agua del mar y hacer frente a la sequía, un fenómeno que está acabando con lugares emblemáticos como el Amazonas.