Del avance de la tecnología puede surgir la esperanza para un grupo vulnerable de la sociedad. La aparición de un nuevo invento revolucionario podría salvar miles de millones de vidas en todo el mundo. Más de 2000 millones de personas en el planeta carecen de acceso a agua potable. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef ha revelado que 2100 millones de personas en el mundo (1 de cada 4) no cuentan con acceso a agua potable administrada de manera segura. Una situación que se da una década después de la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Situación de millones de ciudadanos del mundo: La tecnología podría salvarlos
Tras exponerse que España ha convertido el agua de mar en potable, el mundo centra su atención sobre la situación precaria por la que pasan millones de ciudadanos sin acceso a agua potable. El número anterior acapara 106 millones que beben agua directamente de ríos, lagos u otras fuentes superficiales sin tratar.
Contexto que los expone a posibles enfermedades y una exclusión social más profunda. El informe del ‘Programa en materia de agua potable y saneamiento en los hogares 2000-2024: especial atención a las desigualdades’ advierte que, pese a que han existido progreso, existen brechas importantes.
En este contexto, las personas más afectadas son las que residen en países de bajos ingresos, escenarios frágiles, comunidades rurales, niños y grupos étnicos minoritarios e indígenas. Matiza además que, entre 2000 y 2024, la población mundial subió de 6200 millones a 8200 millones.
Aunque son millones las personas que han conseguido acceso a agua, el progreso se ha mostrado desigual y lento.
La tecnología podría cambiar la situación de desigualdad del agua
El nuevo dispositivo Window Cube es una tecnología que podría ofrecer un rayo de esperanza en estas circunstancias. Genera agua gratuita e ilimitada a partir del aire condensando litros a pedido. Solo hay que imaginar un discreto cubo de madera cerca de la ventana sacando agua “de la nada”.
Sin necesidad de usar cables, ni electricidad ni partes móviles. Esta estampa pronto podría pasar al marco real con el avance de la tecnología. Un grupo de investigadores de Australia (Royal Melbourne Institute of Technology RMIT) y China (Universidad Zhejiang A&F) ha elaborado un dispositivo sencillo y eficaz.
Se trata de un cubo de madera que extrae agua del aire y la pasa a líquido apto para el consumo humano. El funcionamiento de esta tecnología está basado en procedimientos naturales de evaporación y condensación. Pero se encuentran optimizados a través de recursos innovadores y la adopción de energía solar.
El prototipo Window Cube ha sido desarrollado a partir de madera de balsa deslingnificada. Esto quiere decir que se ha descartado su elemento rígido, dejándola esponjosa y sumamente porosa. Dicha estructura permite absorber la humedad del entorno de manera eficiente.
El sistema se completa empleando sal de cloruro de litio y una capa de tinta de nanotubos de carbono. La sal reacciona con las moléculas del agua del aire. Maximiza la absorción. Al mismo tiempo, la tinta negra absorbe la radiación solar y caliente el material de forma rápida.
Potencial de la tecnología Window Cube
Según un artículo publicado en Journal of Cleaner Production, este sistema reporta una eficiencia del 94% en contextos experimentales. Es una tecnología que no necesita ni de abastecimiento eléctrico ni mantenimiento, convirtiéndose así en una solución sencilla, portátil, sostenible y escalable para el problema global del agua.
Esta tecnología podría salvar miles de millones de vidas en todo el mundo si logra implementarse a gran escala en el mundo entero. Habrá que esperar para vislumbrar el escenario final. Mientras tanto, la Unión Europea está impulsando la aplicación de las normas sobre el agua.
















