Bernard Girard, especialista tanto en nuevas tecnologías como en la historia de las teorías y prácticas de la gestión de las organizaciones, sostiene en su libro “El Modelo Google” que la compañía creadora del famoso buscador y de tantos innovadores servicios online, además de ser un referente tecnológico, funciona con un innovador sistema de administración y de prácticas gerenciales que pueden convertirse en modelo para empresas de todos los países y sectores.
Marcadores de camino
Durante el último siglo varias empresas hicieron de sus modelos de gestión sistemas totalmente revolucionarios que supusieron un punto de inflexión respecto a las prácticas habituales hasta entonces. Así, Ford y General Motors crearon la gran empresa moderna con sus controles financieros y estadísticos, la producción masiva, la estandarización o la organización en divisiones autónomas. En los años ochenta Toyota se convirtió en modelo por su atención a la calidad de los productos y la gestión de su logística. Hoy es Google, según Girard, la empresa que reinventa el management, la manera de trabajar, de gestionar las organizaciones y dirigir a las personas.
Un nuevo modelo para los RR.HH. y la innovación
Por eso habla Bernard Girard de un modelo Google de management. La gestión de Google está siendo innovadora en varios campos simultáneamente, pero es especialmente revolucionaria en los ámbitos de la gestión de los recursos humanos y de la generación de innovación. Se trata de dos entornos muy relacionados entre sí y en los que se están materializando prácticas como la creación de equipos de trabajo de no más de seis personas, la valoración de ideas y proyectos por parte no de los jefes sino de los colegas, o el permiso para dedicar un 20 por ciento del tiempo a proyectos personales, entre muchas otras. Al trabajar en equipos de no más de seis personas, la información fluye de manera natural y la dirección que se debe seguir para conseguir un determinado objetivo puede consensuarse con cierta facilidad.
El entorno académico como ejemplo
Paradójicamente, Page y Brin fundaron Google con apenas veintipocos años y ninguna experiencia profesional previa que pudiera indicarles lo que funciona o no a la hora de gestionar a las personas. Fue precisamente esa circunstancia la que les llevó a aplicar a su empresa la única cultura organizativa que conocían: la del entorno universitario del que provenían. Muchos de los rasgos característicos de la gestión de Google son propios de los entornos académicos y las comunidades científicas en los que, por ejemplo, los objetivos económicos nunca son prioritarios y el estatus personal no depende tanto del puesto nominal que se desempeñe como del prestigio otorgado por la opinión de otros científicos sobre los propios trabajos y el resultado de sus investigaciones.