Como explica a DiCYT Rafael Huelmo, de Inzamac, empresa zamorana que se encargará de realizar gran parte de estos estudios
Muchos edificios históricos en los que no se lleva a cabo un mantenimiento preventivo sufren problemas graves de deterioro, como humedades o grietas. Este es el caso de uno de los edificios más antiguos de la localidad de Aranda de Duero, en Burgos, la iglesia de San Juan Bautista, en la que se han detectado grietas de gran tamaño que ponen en peligro la estabilidad del templo. Por ello la Fundación del Patrimonio Histórico, junto con el Arzobispado de Burgos y el Ayuntamiento de la localidad, han iniciado un proyecto que emplea diversas tecnologías para determinar el origen y la posible evolución de estas fisuras, detectadas principalmente en la parte derecha de la fachada sur.
Como explica a DiCYT Rafael Huelmo, de Inzamac, empresa zamorana que se encargará de realizar gran parte de estos estudios, “está sucediendo un problema de apertura de fisuras bastante importante, no se sabe muy bien la causa pero podría ser algún tipo de asentamiento”. Según detalla, “hay algunas grietas en las que, entre piedra y piedra, cabe una mano, y se trata de ver, por un lado, si eso se sigue moviendo, si es un fenómeno que se produjo hace tiempo y está estabilizado, o si por el contrario es un fenómeno que está evolucionando y la posible patología está incrementándose”. El objetivo final de este trabajo preliminar, apunta, es “estudiar esa evolución e intentar dar una ayuda a la persona que después haga el estudio de la patología”.
Para ello, se han instalado hasta seis tecnologías diferentes. En primer lugar, se han instalado una serie de fisurómetros en las grietas más importantes y se ha creado un sistema de medida de convergencias en el interior. “De lo que trata es de ver movimientos relativos entre los diferentes puntos del interior de la iglesia, principalmente para observar si un arco está teniendo movimiento, si una columna se está desplazando, etc”, señala.
En el exterior, se ha instalado un sistema de monitorización topográfica de alta precisión con una serie de dianas que permiten observar si hay movimientos importantes entre diferentes partes de la iglesia. “Con esto podemos apreciar si un contrafuerte o una parte de él se está desplazando, o si se está desplazando toda la iglesia, es decir, acotar dónde está el movimiento porque no solo hay que comprobar si se mueve, también hacia dónde y qué zonas, como ayuda para interpretar la patología”, precisa.
Por otro lado, se ha implementado un sistema de nivelación de alta precisión “para conocer si la cimentación está asentando, lo que servirá para concluir si el fenómeno que está produciendo toda esta serie de patologías surge de un fallo de la cimentación”.