Expertos están desarrollando aplicaciones específicas orientadas a campos tan diversos como la sanidad, la arquitectura, la docencia o el turismo para las gafas de Google
Las esperadas Google Glass, cuya comercialización generalizada sigue pendiente, cuentan ya con aplicaciones específicas orientadas a campos tan diversos como la sanidad, la arquitectura, la docencia o el turismo. Los desarrolladores de software Alejandro Berzosa Iglesias e Iván García García han presentado en la party informática Euskal Encounter 22, patrocinada por Euskaltel, SPRI y Diputación Foral de Bizkaia, sus propuestas para aprovechar esta herramienta en diferentes ámbitos profesionales, así como para disfrutar al máximo de un paseo turístico.
Las Google Glass permiten, por medio de la voz o de ligeros toques en la patilla, que el usuario pueda comunicar la orden de ver y grabar fotografías y vídeos, acceder a los mensajes del móvil, responder a las llamadas, traducir textos, escuchar música, realizar búsquedas en Google o visualizar rutas, entre otras opciones. Gracias a estas capacidades de serie, la empresa apps4glass para la que trabajan Berzosa y García, desarrolla múltiples aplicaciones de software para Google Glass enfocadas al mundo laboral y al ocio.
En opinión estos programadores, las gafas de Google “suponen un significativo paso adelante en la línea de las wearable technologies (“tecnología ponible”). Una de las mayores ventajas de este dispositivo con acceso a internet es que el usuario puede interactuar con él por medio de la voz, lo que ofrece un alto grado de movilidad, comodidad y autonomía. De este modo, se puede dar instrucciones a las gafas al mismo tiempo que se accede a información relevante en forma de fotografía, vídeo o esquema y se lleva a cabo determinada tarea. Se permite así un proceso de trabajo ininterrumpido o una visita turística fluida, en la que el trabajador o turista tiene toda la información útil e importante al alcance de la vista.
Entre las propuestas más llamativas presentadas en la party se encuentra la aplicación Nursery Care, diseñada en colaboración con la IMQ (Igualatorio Médico Quirúrgico) de Bilbao e implantada en el centro para aumentar la comodidad y autonomía de los trabajadores. Gracias a esta herramienta, el personal de enfermería de planta puede realizar su ruta de entrega de medicamentos a los pacientes registrando, al mismo tiempo, las tomas de las medicinas y disponiendo de las manos libres para llevar e inyectar la medicación necesaria. En otras profesiones, como la de técnico de reparación, la aplicación GLASSAT permite al trabajador realizar una reparación inusual mientras visualiza el vídeo de cómo se debe intervenir para solucionar el problema.
Por otro lado, en el apartado de ocio, una aplicación como Enjoy, desarrollada junto con el ayuntamiento de Barakaldo, posibilita que el usuario o turista optimice la experiencia de visitar una ciudad. Así, gracias a esta herramienta, el portador de las gafas de Google tiene a su alcance abundante información sobre los puntos de interés cultural o comercial mientras pasea por la ciudad.
Drones
Andreu Ibáñez Perales, fundador y presidente de la asociación Lleida Drone, ha presentado las posibilidades de otra tecnología con múltiples aplicaciones, como es el caso de los drones que operan en campos como la sanidad, la biología marina, la agricultura o la extinción de incendios. “Un dron es cualquier aparato que tenga la capacidad de desplazarse de forma autónoma” y sin la necesidad de estar teledirigido.
Las cámaras o los diversos dispositivos de detección de datos que tienen incorporados estos aparatos aéreos, terrestres o submarinos posibilitan la captura de información y su posterior procesamiento. De este modo, un helicóptero o avión en miniatura puede comprobar el estado de una cosecha y fumigar el campo allí donde sea necesario o extinguir incendios por la noche a pesar de la falta de visibilidad. También existen aparatos submarinos con funciones tan diversas como la vigilancia costera, el rescate marítimo o la investigación submarina, e incluso con forma de atún o medusa para integrarse en los bancos de peces y recoger datos sobre sus características y comportamiento.
Como ejemplo de aplicación útil para la sociedad, Ibáñez ha presentado un proyecto desarrollado por su asociación que permite transportar un desfibrilador al lugar en el que sucede una emergencia cardíaca por medio de un drone volador. Al utilizar uno de estos aparatos se consigue un tiempo de respuesta mucho más rápido.
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