Formar y motivar a equipos hacia la innovación van de la mano. Pero si cualquier formación tiene siempre elementos críticos, aquella orientada a la innovación todavía más. Porque, entre otras cosas, cómo somos conscientes de lo que no conocemos.
Carmen Serrano.- Nadie tiene la bola de cristal para entender el futuro de los negocios. Big Data, 3D en alimentación, economía colaborativa, drones y robótica, cambios demográficos, revolución digital, bioeconomía, avances en alimentación y salud como gran desafío para el bienestar de la población futura… Todas las innovaciones, tanto las disruptivas como aquellas más sostenibles y básicas, comienzan hoy en el interior de las organizaciones. El desarrollo de equipos que fomenten una cultura de innovación en la empresa requiere de planes de formación más orientados que nunca.
Formar y motivar a equipos hacia la innovación van de la mano. Pero si cualquier formación tiene siempre elementos críticos, aquella orientada a la innovación todavía más. Porque, entre otras cosas, ¿cómo somos conscientes de lo que no conocemos?.
Un gran número de directores de calidad y de producción de empresas alimentarias desconocen, por ejemplo, el abanico de posibilidades que la visión artificial abre para el control en línea de la calidad y seguridad de sus productos. ¿Cómo impulsar el deseo de conocimiento sobre estas tecnologías emergentes si no se percibe su necesidad?. Y, una vez conocidas, ¿cómo pasamos del “saber” al “saber hacer” y al “saber adaptar a nuestro caso” ese conocimiento adquirido a la realidad cambiante de mi empresa?.
Tres mitos que conviene desmontar
Y es aquí donde empezamos a desmontar mitos. Para que una formación a medida funcione, y especialmente una formación a medida en temas relacionados con la innovación y la I+D, debe producirse un equilibrio de factores complicado.
MITO 1: Necesidad vs motivación
Un plan de formación a medida en innovación empieza por su diseño. Parece una obviedad, pero es el primer punto crítico. Y consta de tres elementos esenciales:
• La persona de la empresa que promueve la formación debe ser conocedora de la necesidad y los objetivos a cubrir. Y esto, a veces, es un mito. Resulta que a veces la persona que promueve la formación tiene o percibe un problema en su empresa y piensa que lo puede solucionar con formación, y no siempre es así.
• El coordinador técnico del programa, que debe interpretar correctamente cuál es el objetivo de la formación y cuáles son los elementos indispensables en el diseño del plan.
• Los asistentes a la formación: Si son o no conscientes de los objetivos y están o no motivados en la realización del programa.
MITO 2: La perfección en el método
La metodología perfecta no existe. Esto es otro mito. Pero sí puede generarse el clima necesario para el aprendizaje si nos esmeramos en el detalle y generamos experiencias satisfactorias:
• La adecuación de tiempos (agenda) y ubicación.
• Los recursos técnicos y metodologías empleadas en cada caso, acorde a cada necesidad.
• Los recursos didácticos adaptados.
• La inclusión de elementos facilitadores para compartir experiencias.
Son elementos sin los cuales no se podrá garantizar una buena ejecución y un buen clima. Y en esto, la profesionalidad y experiencia de quien diseña y desarrolla la formación es un gran elemento diferencial.
MITO 3: Resultados vs cambio individual
En un mundo donde todo es medible, ¿cómo medimos la inversión en formación?. La formación a medida suele finalizar con una valoración de los alumnos y de la empresa que la realiza. Y, en algunos casos, también requiere de una prueba una evaluación de conocimientos adquiridos.
Pero, ¿realmente la acción formativa sirvió para solucionar la problemática detectada en la empresa?, ¿consiguió penetrar en las personas hasta provocar cambios reales en sus formas de hacer, pensar, gestionar…?, ¿Cómo certificamos el conocimiento más allá de los títulos o los cuestionarios de evaluación? Pocas empresas llegan a analizar los resultados de sus acciones formativas hasta este punto.
Formar a profesionales innovadores y a emprendedores, en el ADN de AINIA
AINIA lleva casi 30 años trabajando con directores de RR.HH., directores de I+D, directores de Calidad y consultoras especializadas, en el diseño de planes de formación a medida orientados a la innovación.
Muchas vienen siendo las experiencias enriquecedoras, tanto para los profesionales formados como para los técnicos y gestores de ainia. Sirvan como ejemplo:
- El diseño y ejecución de un plan de formación orientado a la creación de paneles de cata constituidos por personal de la propia empresa y a los que se implica en los procesos de diseño y lanzamiento de nuevos productos. Un plan en el que se ven implicados profesionales de diferentes niveles de cualificación y responsabilidad, pero todos ellos con un punto en común: altamente motivados y con un claro conocimiento de los objetivos a alcanzar durante el proceso formativo.
- La adecuada capacitación de nuevos responsables de I+D en empresas del sector alimentario para los cuales se ha definido programas de contenidos específicos apoyados en algún caso por el soporte y tutorias en los primeros momentos de su actividad profesional.
- El diseño y ejecución de programas de formación desarrollados para la misma empresa en diferentes sedes, enfocados a la seguridad alimentaria y que, con una estructura y base común, tienen su especificidad en función de los procesos y actividad en cada planta.
- Diseñar y ejecutar programa de formación en materia de diseño higiénico dirigido profesionales de empresas en país fuera de nuestro entorno europeo en el que, además del propio proceso formativo, se ha podido llevar a cabo un trabajo de diagnosis de situación empresarial.
Estos, entre muchísimos otros, han sido proyectos en los que los profesionales de AINIA han podido compartir experiencia y desarrollo profesional con multitud de profesionales de la industria.
En un entorno cambiante, la vida laboral debería ser un continuo desaprender para aprender y en compartir para evolucionar. La industria alimentaria evoluciona constantemente. Tecnologías, mercados, legislación,… todo ello avanza de modo permanente, como también debe hacerlo la formación que requieren los profesionales. En este recorrido es en el que AINIA acompaña a las empresas ofreciendo su mejor hacer con profesionales técnicos y gestores avalados por su capacidad y demostrada experiencia.
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