Joseph Herscher es neozelandés, pero parece un neoyorquino más de los tantos que suelen quedarse dormidos en el metro, de hecho, reconoce que le encanta hacerlo, pero se enfrentaba a varios problemas y recurrió a solucionarlos mediante un artilugio de su propia invención.
Cuando hay un problema…
Joseph reconoce que cuando se sube al metro, aun sin estar tremendamente cansado y sobre todo a la tarde, después de haber comido, el movimiento del tren le resulta irresistible y se queda profundamente dormido.
Pero en el momento en el que se entrega a los brazos de Morfeo, queda a merced de la inercia y varias veces se ha caído encima de sus acompañantes, que no siempre se lo toman a bien y eso le ha generado un buen puñado de altercados (y una irrupción en su descanso).
Otro de los problemas a los que se enfrentaba este fanático de la siesta es que muchas veces le sucedió que al despertarse se percataba de que se había pasado varias paradas, lo cual además de una incomodidad implicaba un gasto doble de pasaje.
Herscher se dijo que ante la realidad de que en cuanto se sienta en el metro se duerme, debía haber una mejor manera de hacerlo, sin molestar a nadie, sin pasarse de parada y sin tener que ser bruscamente despertado por su acompañante.
Hay que buscar una solución
Una de las grandes ventajas que tiene Joseph es que vive en un edificio en cuya planta baja hay una de esas tiendas que venden todo a 99 céntimos, lo que sumado a su gran imaginación le dio una solución accesible y práctica para su problema.
Para lograr su objetivo, puso manos a la obra y lo primero que hizo fue agregar una goma elástica de alta calidad al interior de su sombrero, para que este quedase fijo en su cabeza, aunque el vagón estuviese en movimiento.
Luego le insertó a su sombrero en el centro y del lado externo una presilla donde colocó un gancho en forma de S, que se une a otro elástico grueso que a su vez se anuda al mango de un desatascador, que sirve de ventosa para pegarlo en el cristal trasero y fijar el artilugio; además le colocó un pequeño despertador y lo bautizó Power Nap Machine.
Joseph se especializa en crear máquinas cómicas de reacción en cadena, de hecho, ha participado en varias exposiciones, ha dado conferencias y talleres para niños acerca de sus inventos y hoy es un hombre feliz que duerme sus siestas en el metro, sin molestar al prójimo ni pasarse de estación.