La contaminación del aire guarda relación con el cáncer de tal manera que incluso 1 de cada 4 personas sin ser fumadoras podrían desarrollar esta enfermedad por esa mala calidad del aire que se respira.
Es lo que se desprende de un estudio donde se pone de manifiesto el vínculo que hay en este caso tras analizar y estudiar el genoma de 871 pacientes no fumadores de cerca de una treintena de regiones con distintos niveles de contaminación del aire en cada caso.
El estudio se ha publicado en Nature y ha sido dirigido por Ludmil Alexandrov (Universidad de California en San Diego) y Maria Teresa Landi (Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU.); además de contar con la participación de especialistas españoles del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) como Pilar Gallego y Marcos Díaz-Gay.
Aire contaminado y cáncer: binomio fatal para los no fumadores
Uno de cada cuatro casos de cáncer de pulmón afecta a personas que nunca han fumado, y hasta ahora no se sabe con certeza por qué. Ahora, un estudio basado en las mutaciones genéticas de tumores de no fumadores de todo el mundo desvela que el aire contaminado que respiramos puede ser la causa.
Aunque investigaciones previas habían demostrado una relación epidemiológica entre la contaminación atmosférica y el cáncer de pulmón en personas no fumadoras, esta nueva investigación demuestra por primera vez que la contaminación daña el ADN, estableciendo un vínculo genómico entre el aire contaminado y el desarrollo de la enfermedad.
El estudio, publicado en Nature, ha sido dirigido por Ludmil Alexandrov (Universidad de California en San Diego) y Maria Teresa Landi (Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU.), con la participación de especialistas españoles del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), como Pilar Gallego y Marcos Díaz-Gay.
Aunque el consumo de tabaco disminuye en muchas regiones, los casos de cáncer de pulmón en personas que nunca han fumado están aumentando, especialmente entre mujeres asiáticas. Esta preocupante tendencia fue la que impulsó la realización de esta investigación.
El equipo secuenció el genoma completo de 871 pacientes no fumadores procedentes de 28 regiones de África, Asia, Europa y Norteamérica, con distintos niveles de contaminación atmosférica, e identificó patrones de mutaciones —conocidas como firmas mutacionales— que reflejan exposiciones ambientales previas.
Más mutaciones pulmonares en regiones más contaminadas
Los resultados revelan que quienes vivían en zonas más contaminadas presentaban un número significativamente mayor de mutaciones en sus tumores pulmonares: 3,9 veces más mutaciones relacionadas con el tabaquismo y un 76% más vinculadas al envejecimiento.
Además, estos pacientes exhibían telómeros más cortos, lo que indica un envejecimiento celular acelerado. Según Marcos Díaz-Gay, especialista y coolaborador en el estudio desde CNIO, «la contaminación no genera una firma mutacional única, sino que incrementa el número total de mutaciones», lo que eleva la probabilidad de que algunas de estas alteraciones desencadenen cáncer.
El estudio también identifica otro riesgo ambiental: el ácido aristolóquico, un carcinógeno presente en ciertas hierbas medicinales tradicionales, que está relacionado con una firma mutacional específica en cánceres pulmonares de personas no fumadoras en Taiwán. Aunque previamente se había asociado este ácido con cánceres de vejiga, gastrointestinales, renales y hepáticos, esta es la primera vez que se vincula con tumores de pulmón.
Además, los investigadores hallaron una firma mutacional de origen desconocido, mucho más frecuente en no fumadores (presente en un 75% de los casos) que en fumadores (27%). Esta firma no se relaciona con la contaminación ni con otras exposiciones ambientales conocidas, lo que abre una nueva línea de investigación. «La observamos en la mayoría de los casos, pero aún desconocemos su causa. Es algo completamente distinto que plantea un área de estudio completamente nueva», explica Alexandrov.
De cara al futuro, el equipo planea ampliar el estudio a América Latina, Oriente Medio y más regiones de África, y también investigará otros posibles riesgos ambientales y de consumo, como la marihuana, los cigarrillos electrónicos, el gas radón y el amianto.
«Es un problema mundial urgente y creciente», concluye Landi, mientras Alexandrov advierte: «No entendemos aún por qué quienes nunca han fumado desarrollan cada vez más cáncer de pulmón, y debemos averiguarlo con urge. ECOticias.com