Cómo comprar y conservar pescado, especialmente en verano, es fundamental para tener una vida saludable. Una de las ventajas corroborada por diversos estudios es la relación del consumo de pescado azul (sardina, caballa, atún, bonito, pez espada, salmón, arenque, boquerones, jurel, entre otros) y la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Este tipo de pescados es una importante fuente de ácidos grasos Omega 3 que reducen los niveles de colesterol LDL o ‘colesterol malo’. Y retardan el proceso de acumulación de placa grasa en las arterias.
Pero para poder disfrutar del pescado, este debe ser de calidad. No será peor uno congelado que uno fresco, si el pescado fue ultracongelado nada más pescarse y no se ha roto la cadena de frío hasta que ha llegado a nuestras manos. No obstante, en España consumimos mucho más pescado fresco que congelado. Y siempre es bueno conocer algunos trucos para elegir lo mejor y conservarlo por más tiempo.
Eligiendo pescado fresco
La piel tiene que estar brillante y sus colores tiene que ser vivos. El moquillo que aparece sobre la superficie debe ser transparente. El ojo debe ser brillante y abombado. Esa capa lechosa opaca que a veces aparece, nos indica que no es fresco.
La carne debe estar firme y si se la presiona con el dedo, volver rápidamente a la posición inicial. Si se queda la marca no es fresco. Las branquias tienen que presentar un color rojo intenso. El olor tiene que ser agradable: a mar o a algas.
Conservar
Sin dudas los pescados blancos tiene una vida útil mayor. por lo que se conservan más tiempo que los azules. Igual, lo ideal es traerlos de la pescadería y prepararlos de inmediato. Intentar que pasa en el refrigerador el menor tiempo posible. Este consejo también es válido para los mariscos. Como mucho, se puede esperar 24-48 horas desde el momento de la compra hasta su preparación.
Es muy importante lavar muy bien cada pieza antes de refrigerarla o de consumirla. Esto se hace bajo el chorro de agua fría y tras haberse cerciorado de que no le queda ninguna víscera. Si se debe refrigerar, lo ideal es colocarlo en un tupper cerrado en el cajón de los frescos de la nevera, que es donde hay mayor cantidad de frío concentrado.
¿Cuándo congelar?
El de agua salada que se vaya a utilizar crudo se debe congelar previamente, este paso es fundamental para prevenir el anisakis. Si el proceso de congelación es adecuado, se puede alargar la vida útil de cualquier pescado sin que pierda sus nutrientes», subraya.
El pescado azul dura menos tiempo congelado (2-3 meses) porque tienen más cantidad de grasa. En cambio, uno blanco puede durar 6 meses en ese estado. Siempre que no se rompa la cadena de frío. Cómo comprar y conservar pescado, especialmente en verano.
 
			 
			













