Alimentos con los que tener cuidado. Es cierto que si pudiéramos analizar a conciencia cada bocado, probablemente dejaríamos de comer la mayoría de lo que consumimos habitualmente. Pero la realidad es que algunos productos son más propensos que otros a contaminarse o a contener “sorpresas”.
Esta es una lista de alimentos con los que hay que tener más cuidado que con otros a la hora de seleccionarlos. Y esa precaución no solo debe tenerse a la hora de adquirirlos. También es fundamental saber como almacenarlos y lavarlos y elegir la forma más adecuada de cocinarlos y comerlos.
Carnes
En general, los animales de sangre caliente están expuestos a diversas enfermedades, especialmente al contagio de infecciones bacterianas y víricas. Por ello se les administran con regularidad una serie de antibióticos para evitar que enfermen. Pero muchas veces lo que se logra es que las bacterias generen resistencia a dichos medicamentos, sobrevivan a los tratamientos y lleguen a nuestros platos. Una cocción adecuada es fundamental para acabar con ellas.
Transgénicos
En Europa está terminantemente prohibido el consumo por parte de los seres humanos de productos modificados genéticamente. Pero sí se pueden usar semillas de este origen para fabricar los piensos con los que se alimenta a los cerdos, conejos, pollos, etc. Por lo que finalmente acaban en las cocinas de nuestros hogares o de los locales de comida. Comprar carnes con certificación de alimentos ecológicos, puede ser una solución.
Verduras
La salmonella es una bacteria, causante de una enfermedad llamada Salmonelosis. Suele infectar los suelos, por lo que las verduras que se cultivan dentro de la tierra, como los tubérculos (patatas, boniatos), a ras del suelo, como los melones, sandías o calabazas o las de hojas verdes, como las lechugas y espinacas, son las más propensas a contaminarse. También se suele encontrar en los tomates y los huevos. El lavado y la correcta cocción y preservación de estos alimentos es fundamental.
Atún
El gran problema con el atún no es solo el riesgo de que contenga altos niveles de mercurio, sino también la presencia de una toxina natural llamada escombrotoxina. La misma se puede acumular en la carne si el pescado no se mantiene lo suficientemente frío después de haber sido capturado. Y por desgracia, no podemos deshacernos de ella ni siquiera cocinándolo.
Los síntomas cuando se come atún contaminado con esta toxina incluyen dolor de cabeza, náuseas y palpitaciones. La mayoría de las personas infectadas con escombrotoxina no necesitan tratamiento y no es mortal. Pero es mejor asegurarse que nuestro proveedor de atún sea de confianza. Alimentos con los que tener cuidado.
Ostras
Dos microbios conocidos como norovirus y vibrio, causan la mayoría de las enfermedades transmitidas por las ostras que se consumen crudas. El vibrio es el más peligroso y puede causar una infección intestinal aguda. Las ostras pueden contaminarse en su hábitat o a causa de un manejo inadecuado. Las afecciones que producen no suelen ser mortales, pero en general es recomendable evitar los mariscos crudos o poco cocidos.
Carnes crudas procesadas
El parásito llamado Toxoplasma gondii produce la enfermedad homónima, que aunque suele ser muy común en la enorme mayoría de los casos pasa desapercibida. El sector con peor riesgo de contraerla son las mujeres embarazadas, porque puede afectar al desarrollo del feto.
El contagio, si bien el mito dice que es por contacto con gatos, en realidad solo un pequeño porcentaje (menos del 15%) corresponde a la exposición a las heces de los felinos. El mayor peligro lo representa el consumo de carnes crudas (jamón y embutidos ahumados), la leche de cabra y los huevos crudos.
Quesos blandos
La pasteurización es el proceso mediante el que se calienta el queso a una temperatura que mata las bacterias que causan enfermedades. Pero hay muchas variedades no pasteurizadas. Las mujeres embarazadas y los niños deberían evitar el consumo de variedades como el feta, el Brie, el Camembert y el queso fresco. Debido a que resultan 20 veces más propensos que otros la infección por listeria y otros tipos de contaminación.
Vegetales crudos
Los vegetales de hojas verdes no solo crecen expuestos a las lluvias (que arrastra las partículas que estaban suspendidas en el aire), sino que pueden haber sido fumigados. Y a veces son regados con aguas que no presentan buenos niveles de pureza. Por lo que es posible que contengan algunos elementos tóxicos o infecciosos. Por ello se recomienda que las verduras que vayan a consumirse crudas se laven por separado y de manera concienzuda y minuciosa. Alimentos con los que tener cuidado.
Brotes de semillas
Los brotes son cada vez más populares en las recetas de nuevos platos. Para lograr una correcta y controlada germinación de las semillas se las somete a ambientes cálidos y húmedos. Y eso es exactamente lo que necesitan las bacterias como la E. coli y la Salmonella para prosperar. Siempre se deben lavar cuidadosamente antes de consumirlos, una vez que se retira el envase que los contenga.
Frutos rojos
La Cyclospora es un parásito que contamina los alimentos y que prolifera en los frutos rojos y en las bayas silvestres como los arándanos, las frambuesas o las moras. Para evitar este problema, especialmente si los frutos son recogidos por uno mismo, es importante limpiar las frutas con mucho cuidado una a una bajo el grifo. Alimentos con los que tener cuidado.
Priorizar la seguridad alimentaria
La seguridad alimentaria es una responsabilidad de todos, incluyendo a los organismos de control, los productores, los transportistas, los manipuladores y los consumidores. La mejor manera de protegerse es cocinar y almacenar los alimentos de manera segura. Además, hay que lavarlos bien bajo el agua del grifo, dejándola correr y usar tablas y utensilios diferentes para cortar y preparar las verduras, los frutos, las carnes, etc.