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viernes, diciembre 1, 2023

Frutas en la cocina

Una pieza de fruta como postre es tan solo una de las infinitas posibilidades para preparar un plato con frutas del tiempo. Otra de las maneras más habituales consiste en cocinarlas de forma que sean el alimento estratégico, como las manzanas asadas. También se pueden utilizar como relleno de otras elaboraciones, en el caso de una tarta de manzana, o como elemento decorativo en un bizcocho.

Las frutas añaden a los platos de carne o pescado un toque agridulce especial. Pero como postre, las formas en que pueden prepararse son numerosas. El objetivo es buscar recetas originales y fáciles de elaborar, para terminar el menú de una manera sana y diferente. Algunas de estas preparaciones son:

    *      Zumos de frutas. Se utilizan sobre todo los cítricos (naranja, limón y pomelo), aunque también se pueden usar todo tipo de zumos de frutas gracias a la licuadora. Se hacen en el momento y hay que tener especial cuidado porque se oxidan de forma rápida.
    *      Ensaladas y macedonias. Una ensalada es una combinación de frutas frescas con una salsa, que puede ser nata semimontada, un puré de frutas ligero, un sabayón o una crema inglesa. La macedonia es una combinación de frutas frescas o en conserva, cortadas en dados y mezcladas con un almíbar al que se le pueden añadir zumos de frutas y licores. Se sirve en frío en moldes individuales sobre hielo picado. Se conserva en cámara hasta cuatro horas.

Frutas maceradas

Una de las formas de preparar frutas maceradas es el melón al oporto. Para ello, se usan melones pequeños. Se corta la parte superior y se vacían con una cuchara pequeña «sacabolas». Se añade oporto y azúcar dentro del melón, se disuelve bien y se vuelven a introducir las bolas de melón. Se tapan y se meten en el frigorífico durante cuatro horas. También pueden prepararse naranjas maceradas, cortadas en rodajas y con un almíbar y algún tipo de licor.

Las frutas cocidas o asadas es otra forma de preparar frutas a partir de una cocción en azúcar y agua, con la adición de algún elemento aromático, como licores, zumo de limón, canela y vainilla. Se pueden usar frutas frescas y frutos secos y aprovechar frutas dañadas. Se usa manzana, pera, higos, ciruelas, orejones y pasas con frutos secos.

Otra elaboración son las peras al vino, que se cortan y se cuecen en éste, con algún licor y aroma. Tras cocerlas, se sacan del líquido de cocción y se dejan hervir hasta que el líquido llegue a la consistencia deseada. Se pueden servir con arroz con leche o bañadas con chocolate. También se pueden elaborar manzanas cocidas en un almíbar con aroma, con piel, pero sin corazón. Es conveniente hacer un corte en la coronilla. Al meterlas al horno, se añade un poco de agua en la placa y se espolvorea la manzana con azúcar en grano. Una variante consiste en rellenarlas con crema pastelera.

Por último, se pueden asar melocotones. Deben elegirse las piezas más grandes y maduras, lavarlas con agua y colocar en la placa del horno con un poco de agua y azúcar. Se asan hasta que estén blandos y se añade una pequeña cantidad de agua a la placa durante la cocción. Una vez cocidos, se retiran y, con los restos de la placa, se elabora un desglase, al añadir algo de agua y azúcar, un poco de jarabe y pacharán. Se deja hervir hasta conseguir jalea. Se adorna con una juliana de pellejo de naranja confitada y se puede servir templada o fría.

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