Cocinar ecológicamente es posible. A la hora de cocinar hay muchísimos factores que se deben tener en cuenta si se pretende rebajar la huella de carbono del hogar. La sostenibilidad también puede tener una aplicación práctica en la cocina. Ya sea por el tipo de aparatos que empleemos, como por nuestra actitud a la hora de guisar.
Elije una cocina económica
El modelo que terminemos eligiendo probablemente dependerá del precio que podemos pagar por él. Así que la opción más ecológica es elegir un modelo de larga durabilidad. Si es altamente eficiente, mejor que mejor. Esto nos ahorrará, al menos por una década, la necesidad de eliminar deshechos de uno de los denominados: grandes electrodomésticos.
Desde el punto de vista del tipo de cocina, muchas personas prefieren el gas porque proporciona calor instantáneo y no desperdicia energía innecesariamente después de cocinar. Por otro lado, una placa de inducción transfiere energía electromagnética directamente a los platos. De modo que consume menos energía que los demás sistemas utilizados en otras cocinas eléctricas.
Cocina eficientemente
Debemos optar en cada momento por la olla del tamaño apropiado para cada tipo de placa de cocción. Si una olla que es más pequeña, habrá una parte de la energía que se filtrará y se perderá innecesariamente. Usar tapas cuando el tipo de cocción lo permita, también es un buen sistema de ahorro de energía.
Es fundamental verificar que las tapas se ajustan bien alrededor de toda la circunferencia del recipiente a cubrir. Todos estos detalles contribuirán a acortar el tiempo de cocción. Y a que guisemos con un consumo energético menor y más eficiente. Cocinar con una olla a presión o una multifunción podría ser también una opción muy económica. Cocinar ecológicamente es posible.
Ollas y vajilla de calidad
Si elegimos platos y utensilios que resistan la prueba del tiempo, no será necesario reponerlos después de algunos usos. Apostemos por el acero inoxidable o el hierro fundido. Aunque esta es una inversión mayor, una olla de hierro fundido de calidad durará generaciones. Y es preferible optar por cuchillos con hoja de acero de calidad, que podamos afilar en casa. Los cuchillos de acero dulce y los de cerámica, pueden ser muy bonitos, pero tienen una vida útil corta.
No tires nada
Cuantas veces nos ha pasado que compramos algo que no alcanzamos a usar a tiempo y acabó en la basura. Una buena opción es utilizar la aspiradora, para guardar los alimentos ecológicos y lo que te haya sobrado, al vacío. De esta forma, los productos se mantienen frescos hasta el doble de tiempo.
En cuanto a los desperdicios, es momento de recortarlos por completo. Los restos de platos preparados pueden reciclarse en nuevas preparaciones. Congélalos para otro día o compóstalo, pero no lo tires. De igual forma debes aprender a aprovechar más cada alimento ecológico. No tires el verde de puerros y cebolletas, que tienen altos contenidos nutricionales y son muy sanos. Plantéate como aprovecharlos. Guarda los huesos de aves y carnes para hacer caldos y los de pescados y mariscos para preparar fumés.
Cada paso cuenta
Puede ser que, al principio, el cambio nos cueste un poco. Pero cuando hayamos incorporado a nuestra rutina estos pasos ecológicamente correctos, nos parecerá mentira no haberlo hecho antes. Algo tan sencillo como un grifo con sensor de movimiento ayuda a ahorrar muchísima agua.
En vez de botellas de plástico elijamos una máquina de agua. Sustituyamos las toallas de papel por paños textiles y llevemos una bolsa de lona para la compra. En realidad no es tan difícil, porque cocinar ecológicamente es posible. Lleva la sostenibilidad a tu cocina y disfruta de ella.