Las inundaciones crean serios riesgos de salud. Durante el transcurso de la misma o en los días siguientes a una inundación, los conductores pueden ahogarse en su intento de cruzar carreteras casi sumergidas y las fuentes de agua pueden contaminarse. esas son algunas de las principales consecuencias de estos fenómenos extremos.
Pero incluso después que las aguas se retiran, los riesgos para la salud continúan. Y que el moho prolifera dentro de estructuras mojadas y dañadas y los microorganismos se multiplican en medio del caos. Mientras tanto, las víctimas de las inundaciones luchan contra la carga emocional del desastre.
El mundo se calienta
Las temperaturas globales ya han subido de manera perceptible en los últimos 50 años, en gran parte debido a las emisiones de gases que atrapan el calor en la atmósfera (y crean el “efecto invernadero”) y se espera que sigan aumentando.
Este incremento de las temperaturas es una ce las causas principales de que se hayan multiplicado las precipitaciones extremas. A medida que el calentamiento global empeora, el aire es capaz de contener más vapor de agua. Lo que permite que existan aguaceros más intensos que pueden conducir a desbordar ríos y a provocar inundaciones.
Las mediciones han demostrado que el número de eventos de precipitación intensa ha aumentado (en promedio) en más de un 30% desde 1900 a nivel global. Y el problema probablemente empeorará en los próximos años, según los pronósticos de los expertos.
Riesgos reales para la salud mundial
Tras las precipitaciones y las inundaciones se ocultan muchos riesgos para la salud de las personas. Las consecuencias de estos eventos, que cada vez serán más frecuentes con el agravamiento del cambio climático, son nefastas. Y si bien hay muchas, aquí explicamos cuáles son las cinco principales.
Ahogamiento durante la conducción
Casi la mitad de las víctimas mortales de las inundaciones son personas que se ahogaron al tratar de conducir a través de las aguas. Para levantar un coche solo son necesarios 45 cm de agua. Una vez que el vehículo esté flotando, la fuerza de las corrientes suele empujarlos y la mayoría de ellos tienden a darse la vuelta, atrapando a los que están dentro.
Enfermedades transmitidas por la contaminación del agua potable
Las lluvias extremas y las inundaciones a veces puede desbordar las infraestructuras de depósito y los pozos de agua. Esta situación reduce o impide la purificación del agua. Más de la mitad de todas las enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera o las infecciones, se producen como consecuencia de unas fuertes precipitaciones.
La dispersión de las aguas “servidas”
Las inundaciones pueden causar que las líneas de alcantarillado locales y las fosas sépticas se desborden y terminen en los sótanos de las personas o contaminando sus fuentes de aguas potable. Además, puede contener agentes tóxicos y contaminantes perjudiciales para el medio ambiente.
Las bacterias, aguas residuales y otros contaminantes
Estas acaban en las corrientes fluviales durante las inundaciones. Las aguas residuales no tratadas, los plaguicidas y los contaminantes de las calles (aceite de motores, excrementos de perro, etc.) pueden fluir hacia los ríos locales, lagos, lagunas, y hasta acabar en las playas, con la consiguiente dosis de contaminación que esto implica.
El moho y los peligros que conlleva
La entrada de agua en cualquier parte de una edificación que no se airee lo suficiente y acumule humedad, puede causar la proliferación de hongos. El peligro es que aparezca un tipo de moho tóxico que suele crecer en techos, paredes o en el aislamiento. Y que resulta sumamente perjudicial para las personas y los animales de compañía.
El cambio climático lo empeora todo
El número de personas que viven en las ciudades que se encuentran a lo largo de las costas y llanuras aluviales ha crecido dos veces más rápido que la población de otros puntos que se adentran en los territorios. Estos condados costeros y ribereños son los más susceptibles a padecer inundaciones. Y se estima que hay millones de hogares que se encuentran dentro de las llanuras inundables de todo el planeta.
Las actividades de las personas en estas zonas también influyen sobre los terrenos, que a su vez afecta a la vulnerabilidad de los suelos. Tras la deforestación, construimos edificios y carreteras y reducimos las defensas naturales de la tierra. Y lo que conseguimos es aumentar nuestro rango de exposición a las inundaciones.
Los modelos climáticos proyectan un incremento en la intensidad de eventos de precipitación extremos en varios puntos del planeta. Como las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando, se prevé que caerá cada vez más y más lluvia y sus consecuencias serán cada vez menos manejables.
El cambio climático puede incrementar el riesgo de inundaciones a través de la combinación del aumento del nivel del mar y de las tormentas intensas. Por lo que las zonas costeras son las más vulnerables a todo tipo de acontecimientos extremos relacionados con las lluvias.
El cambio debe hacerse YA
La “buena” noticia es que tanto el aumento del riesgo de inundaciones y el cambio climático están fundamentalmente causadas por actividades humanas. Así que si se procede a la implementación de políticas y programas prácticos a nivel gubernamental, sumado a una serie de cambios de comportamientos individuales, es posible trabajar de manera aunada y pragmática, con el fin de mitigar los efectos del calentamiento global. Las inundaciones crean serios riesgos de salud.