África, a pesar de ser uno de los continentes que menos contribuye a las emisiones globales de gases de efecto invernadero (menos del 4 % del total), es al mismo tiempo uno de los más vulnerables a los impactos del cambio climático: sequías prolongadas, inundaciones devastadoras, desertificación y pérdida de biodiversidad.
Para África y otros países en vías de desarrollo, se acordó destinar más de un billón de dólares anuales para 2035 para los países en desarrollo, de los cuales 300.000 millones de dólares vendrían de las naciones más ricas. Sin embargo, para la Unión Africana esto no es del todo suficiente.
África pide a los países desarrollados a que cumplan con su compromiso en financiación climática
El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Mahmoud Ali Youssouf, afirmó este lunes que la financiación climática prometida hasta ahora al mundo en desarrollo «dista de ser suficiente» y pidió que los países ricos proporcionen fondos «significativos» y «predecibles», en la apertura de la segunda Cumbre Africana del Clima (ACS, en inglés) en Adís Abeba.
«El vínculo entre el clima y el subdesarrollo ya no ofrece ninguna duda. El clima, el éxodo rural, la migración y la inestabilidad en todas sus formas están interrelacionadas», afirmó Youssouf en el Centro Internacional de Convenciones de Adís Abeba (AICC). «Por eso, la segunda Cumbre Africana sobre el Clima, tras la celebrada en Nairobi en 2023, nos ofrece la oportunidad de reposicionar a África en las negociaciones internacionales», añadió, al subrayar que «las voces de África no dejan de alzarse en favor de la justicia climática».
«Las aspiraciones de nuestros pueblos y países de obtener una financiación consecuente y sustancial deben ser tomadas en cuenta con seriedad y determinación«, según el presidente de la Comisión (secretariado).
La cumbre, que reúne a líderes y representantes políticos y de la sociedad civil de África e internacionales, se celebra hasta el próximo día 10 en la capital etíope bajo el lema «Acelerar las soluciones climáticas globales: financiar el desarrollo resiliente y verde de África». La reunión busca construir consensos africanos de cara a foros globales como la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará en noviembre en Belém; la cumbre de líderes del G20 prevista en el mismo mes en Johannesburgo y la Asamblea General de la ONU, que empieza este martes en Nueva York.
«Algunas regiones sufren más perturbaciones de su ecosistema, como nuestro continente. La biodiversidad en África se ve afectada y se reduce inexorablemente, al igual que la extensión de las especies», señaló Youssouf, a pesar de que el continente contribuye a menos del 4 % de emisiones de gases invernadero a nivel global.
Frente a esta realidad, Youssouf destacó que el objetivo acordado en la COP29 el pasado año en Bakú (Azerbaiyán) para movilizar en total 1,3 billones de dólares anuales para 2035 para los países en desarrollo, de los cuales los países ricos se comprometieron a proporcionar 300.000 millones de dólares (el resto no se especificó de dónde saldría), «dista mucho de ser suficiente». «La Unión Africana cree firmemente que la financiación climática debe ser justa, significativa y predecible», aseveró el dirigente, al destacar las «obligaciones globales, pero responsabilidades diferenciadas» ante ese desafío.
En resumen, la “rebeldía africana” surge de una realidad clara: los compromisos asumidos por las naciones ricas, como el fondo anual de 100.000 millones de dólares prometido en el Acuerdo de París, no se han cumplido totalmente ni se distribuyen de manera justa. De ahí su exigencia ahora para hacer valer los acuerdos adoptados en materia de financiación climática. EFE / ECOticias.com