La Agenda de Acción es el pilar de la Convención del Clima que moviliza acciones climáticas voluntarias de la sociedad civil, empresas, inversores, ciudades, estados y países para intensificar la reducción de las emisiones, la adaptación al cambio climático y la transición hacia economías sostenibles, tal como se establece en el Acuerdo de París.
La Agenda de Acción de la COP30 tiene como objetivo inaugurar una estructura capaz de movilizar a todos los actores y esfuerzos para acelerar la implementación de lo ya negociado, con base en los resultados del primer Balance Global (GST-1).
El Balance Global es la herramienta del Acuerdo de París que, en ciclos de 5 años, evalúa el progreso en la implementación de sus objetivos y orienta un plan de acción global.
COP30
Autoridades institucionales, diplomáticos y representantes del sector privado discutieron este jueves en Madrid sobre algunos de los puntos que serán clave en la próxima COP30, entre ellos, una financiación que cuente también con el sector privado; un clima de cooperación; indicadores que permitan medir los avances; o contar con participación social.
Estas han sido algunas de las conclusiones a las que han llegado los diversos expositores que han participado en el seminario ‘Camino hacia la COP30: clima, cooperación y compromiso iberoamericano’.
Este encuentro, organizado en la Casa de América por la Fundación Consejo España-Brasil, la Cámara de Comercio Brasil-España y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), se enmarca en el diálogo preparatorio de la COP30, que tendrá lugar en Belém do Pará (Brasil) del 10 al 21 de noviembre.
La directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, Elena Pita, ha manifestado que, ante la realidad de la emergencia climática, debemos «recurrir a la cooperación internacional y construir una gobernanza climática sólida«.
Aún más, en un contexto tan complejo como en el que se va a desarrollar la actual cumbre, con la ausencia de Estados Unidos, y ha agradecido a Brasil por, con el respaldo de la región, situar el cambio climático en el centro de la agenda.
Pita ha destacado algunas de las prioridades del país anfitrión en la COP30: «conectar el cambio climático con la vida real de la gente«; la financiación que, ha indicado, debe provenir «de todas las fuentes«; y la implementación de indicadores, que permitirán medir los avances realizados.
En esta misma línea se ha expresado el embajador de Brasil en España, Luis Alberto Figueiredo, que ha declarado que «no se puede combatir el cambio climático sin una acción colectiva» y que «si no son todos los que lo hacen, tampoco resulta«.
«Ahí está la COP30 para implementar, hacer cumplir, y de hecho, controlar si lo que se hace, está bien hecho«, ha dicho Figueiredo, que ha estimado como parte central de la cumbre el análisis del sistema actual de lucha contra el cambio climático para ver si necesita alguna modificación.
También ha requerido la participación de las empresas como parte de la movilización de un ambiente de negocios que lleve a una transición justa que pueda generar empleos y riqueza.
El secretario general de la OEI, Mariano Jabonero, ha defendido el compromiso con una agenda iberoamericana y con la cooperación de Brasil, «un país con capacidad de recursos naturales para tener un futuro mejor para sí y para la humanidad«.
«En un momento difícil, donde hay quienes no comparte esto», ha instado a la cohesión «para que el medio ambiente sea un tema que une y trabajar a favor de ello«.
Por su parte, el responsable de la OEI para la coordinación de la COP, Álvaro Ráez, ha establecido como uno de los temas principales «hacer aterrizar» los objetivos diagnosticados en cumbres anteriores «con medidas concretas«, así como «dimensionar» los problemas para la población y conectar con los ciudadanos.
El representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Europa, Luis Jiménez-McInnis, ha mencionado la necesidad del involucramiento del sector privado en los planes de financiación climática.
Muchos de los invitados se posicionaron a favor de la celebración de la cumbre en Belém do Pará, en el Amazonas brasileño, decisión que despertó inquietud sobre la capacidad y la dificultad logística de transportar el evento a esta ciudad. EFE / ECOticias.com