La inversión pública y privada es fundamental para la puesta en marcha de proyectos de energías renovables en el Ecuador, así como, una fuente primordial que permitirá la dinamización de su economía. La idea es generar empleo digno y promover el desarrollo social, al tiempo que se incorporan nuevas tecnologías y fuentes de producción de energía limpia con el objetivo final de diversificar la matriz energética.
Bajo este precepto, es importante indicar que en la actualidad el 92% de la generación de energía en el país proviene de centrales hidráulicas, el 7% de térmicas y el 1% de fuentes no convencionales (fotovoltaica, eólica, biomasa, biogás, geotermia, entre otras).
Para consolidar una matriz energética limpia se busca implementar políticas encaminadas al fortalecimiento de un marco legal basado en la seguridad jurídica y procesos públicos transparentes, que incluyen mecanismos de alianzas público-privadas, con regulaciones previsibles y simplificadas, así como con esquemas tarifarios favorables e incentivos al sector privado.
Hay que apoyar a Ecuador en el ámbito energético
El “enorme” potencial de Ecuador para desarrollar energías renovables como la eólica y la solar atrae la atención de organismos como el Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) para respaldar su desarrollo con financiación.
«Ecuador goza de una enorme riqueza de biodiversidad, tiene un pedazo importante del Amazonas, la parte andina, la costa; es una diversidad brutal. Tiene además recursos fabulosos para tener energía verde porque tiene mucha agua, además de capacidad solar y vientos», destacó el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo.
«El IFC está muy interesado en energía solar, que además cada vez es más barata», continuó Jaramillo, que el jueves pasado se reunió junto al vicepresidente de la IFC para Europa, América Latina y el Caribe, Alfonso García Mora, con el presidente de Ecuador, Daniel Noboa. Para ambos, la clave está en la demanda. «El mundo se ha venido moviendo hacia productos más verdes y la demanda de los productos ecuatorianos se sofistica«, explicó Jaramillo.
«La sociedad pide cada vez productos más sostenibles y eso genera oferta. Ecuador tiene una gran oportunidad por las condiciones geográficas y climatológicas», continuó García Mora, cuya institución es el brazo del Banco Mundial encargado de apoyar con financiación a los sectores privados de los países en desarrollo.
Los dos vicepresidentes apuntaron que «tanto el Banco como el IFC pueden apoyar al sector público y al sector privado con iniciativas de financiación» para impulsar las energías renovables en Ecuador, país cuya matriz energética depende en un 70 % de las centrales hidroeléctricas.
Esto ha llevado a que desde 2023 el país haya vivido varios períodos de racionamiento de energía por momentos de sequía en las cuencas que alimentan a las principales hidroeléctricas. El último, ocurrido a finales de 2024, tuvo apagones programados a diario durante más de dos meses que llegaron a ser de catorce horas para los hogares.
Previsión económica por desastres naturales
En cuanto a los proyectos de resiliencia climática, una de las principales líneas de trabajo de ambas instituciones, el representante del Banco Mundial explicó que están “apoyando” a Ecuador con un buen «sistema de respuesta a desastres naturales«. En concreto, están terminando un préstamo específico para desembolsar únicamente en caso de que ocurra una catástrofe de ese tipo.
La IFC, por su parte, confía en que apoyar iniciativas que colaboren con la diversificación de la economía pueda reducir el impacto de sequías o sismos, evitando así los apagones. «El otro factor es la construcción. Esta debe hacerse de forma resiliente y por ello articulamos líneas de financiación a bancos para que financien a constructoras que trabajen de acuerdo a estos criterios», dijo García Mora.
¿Energía nuclear en Ecuador?
Noboa ha anunciado su intención de presentar un proyecto de ley para establecer el marco regulatorio que permita explorar el desarrollo de la energía nuclear en Ecuador. Ante esta posibilidad, Jaramillo señaló que es necesario hacer «estudios técnicos para mostrar si efectivamente es una energía más barata y rentable para un país como Ecuador», más allá del consenso general en la necesidad de diversificar la matriz energética.
Mientras, García Mora apuntó que, si el país decidiera adoptar la energía nuclear, pasaría un tiempo significativo hasta ser operativa. «Creo que eso entraría dentro de un plan mucho más estratégico, mucho más global, mucho más de medio plazo; dentro de esa matriz energética a la que el país quiere llegar«, reseñó. «Pero no distraería la atención de las opciones a corto plazo que tiene Ecuador» con otro tipo de energía como placas solares de autoconsumo, que «es algo que puede ser casi inmediato». EFE / ECOticias.com