Los coches del futuro podrían moverse con un combustible jamás visto. Nunca pensamos que fuera posible, pero aquí está y funciona tan bien como la gasolina. La búsqueda incansable del mundo entero por encontrar combustibles sostenibles está llevando a la aparición en escena de los vehículos más futuristas que hemos visto hasta ahora, como es el caso de los coches de energía marina.
El uso de materiales que contaminan ha generado graves problemas a la atmósfera que se han visto traducidos en una menor calidad de vida para el ser humano. Ya hay varios lugares en el mundo que solicitan vehículos con mecanismos más sostenibles, con el fin de ampliar la perspectiva y avanzar hacia un futuro más sostenible.
Sin embargo, pese a que hay varias propuestas sobre la mesa, todavía no terminan de prosperar porque se enfrentan a desafíos varios, como falta de estructura o altos costos.
El combustible del futuro ¿es el café?
En el libro Guinness World Records hay registrado un récord digno de mención en este contexto: “El coche que funciona con café más eficiente del mundo”. El modelo que ostenta este título es el Volkswagen Scirocco de 1988, que recorrió 340 km entre Londres y Manchester en 2010.
La idea tiene su origen en la redacción de Bang Goes The Theory, un programa de televisión de la BBC que quería experimentar e investigar acerca de alternativas originales para la movilidad. A pesar de haber surgido en una producción de TV, la iniciativa tiene una base científica.
Cuando los granos de café se tuestan, liberan un poder calorífico superior al de la madera y el carbón. No obstante, es fundamental que los granos estén secos para conseguir una mezcla eficiente.
Los diseñadores quisieron probar esta teoría y adquirieron un Volkswagen Scirocco de 1988 al que después le dieron el nombre de “CaRpuccino”. Para probarlo, le instalaron un voluminoso equipo. Para convertir los granos de café en energía, estos siguen varios pasos.
Los coches del futuro usarán este combustible innovador: paso a paso
- Los granos son colocados en un gasificador que los calienta hasta llegar a los 700 grados.
- Desprende monóxido de carbono e hidrógeno.
- Aquí el gas queda separado mediante dos filtros diferentes. El primero purifica el gas y lo transporta a la cámara de combustión del motor.
- Por otro lado, el segundo elimina los residuos.
El coche de café no es posible, al menos por ahora
A pesar de que el modelo Volkswagen utilizado recorrió satisfactoriamente 340 km, tiene varias limitaciones técnicas y económicas. El vehículo iba a una velocidad de crucero de 105 km/h, pero cada 70 kilómetros debía parar para rellenar el café y el agua, así como para realizar un cambio de filtros.
Si el vehículo eléctrico está en disputa por su falta de autonomía, en el caso del café la falta de ella lo deja directamente fuera de juego. En aquel entonces, el café se vendía en los supermercados británicos entre 15-30 euros el kilo y lo más probable es que el precio haya subido en los próximos años. En definitiva, el viaje costó miles de euros con una escasa autonomía.
¿Será el café el combustible de los coches del futuro? Sin embargo, el hecho de que el vehículo de café todavía no pueda ser una realidad no significa que vaya a ser así para siempre. Ya hay sentado un precedente que podría prosperar en el futuro si se realizan las investigaciones pertinentes y se cuentan con los recursos necesarios para llevar el proyecto adelante.
Hasta que se defina la situación del café en el campo de la movilidad, nos dejamos encantar con esta otra iniciativa que habla sobre el uso del arroz como combustible.