Mucho se habla en las películas futuristas sobre los coches del futuro. Algunos filmes los han mostrado como vehículos voladores o automáticos. Hoy no venimos a hablarte de ideas ni siquiera similares, pero sí de un combustible ecológico que podría cambiar la movilidad para siempre. Tampoco estamos hablando de modelos eléctricos, sino de algo que de lo que NUNCA has escuchado hablar.
Reino Unido es testigo de los alcances que están teniendo sus científicos, dispuestos a abordar desafíos nunca vistos. Hace tiempo que fabricantes, compañías de comercialización y los mismos clientes se dieron cuenta de que los combustibles de siempre necesitan cambiar.
Las emisiones que se elevan al aire cada día son descomunales y se necesita hacer algo de manera urgente. Así es como han aparecido en escenas varias piezas automovilísticas eléctricas y de hidrógeno. Sin embargo, el país vecino parece tener la solución para todos los males que aquejan a la industria.
La respuesta estaría en un producto que utilizamos prácticamente cada día: el arroz. La cosecha de arroz deja un gran número de residuos a los que se conoce como rastrojos. En muchos países, se los descarta siendo eliminados con una quema controlada, produciendo problemas ambientales.
Respondiendo a esta situación, científicos de la Universidad de Aston, galardonada en 2020 como la Universidad del Año por The Guardian, ha entrado en un proyecto para transformar esos residuos del arroz en biocombustibles.
Los coches vislumbran una nueva vida: llega el combustible ecológico que lo cambia todo
En la última década, la mezcla de biocombustibles y artículos químicos biobasados con gasolina ha proliferado como la propuesta más sostenible. Los investigadores del centro académico ya nombrado tienen que enfrentarse a los desafíos actuales mientras persiguen su objetivo.
El líder de esta novedosa iniciativa es el Dr. Alfred Fernandez-Castane, profesor sénior en ingeniería bioquímica e investigador principal en el Instituto de Investigación en Energía y Bioproductos (EBRI) de la Universidad Aston.
La previsión es que el proyecto tarde dos años en completarse. Su título es “Un enfoque integrado para la producción de etanol a partir de paja de arroz mediante pretratamiento con solventes eutécticos profundos asistido por microondas y cultivo secuencial utilizando Candida tropicalis y Saccharomyces cerevisiae”.
Estará concentrado en encontrar alternativas limpias y rentables para extraer las moléculas energéticas de la paja de arroz.
Explorará métodos limpios y rentables para extraer las moléculas energéticas de la paja de arroz. “Los desafíos en la conversión de la paja de arroz a etanol se dividen en cuatro categorías, y cada avance en estos desafíos será un paso significativo en el estado actual del arte”, expresó Castane.
Y agregó: “El primero implica desarrollar condiciones de pretratamiento para descomponer polímeros complejos y permitir la eliminación de la lignina. El siguiente es explorar tecnologías innovadoras de pretratamiento de biomasa que combinen solventes verdes y microondas, evaluando su impacto en la morfología, estructura y cristalinidad de la biomasa”.
“Posteriormente, se busca desarrollar biotransformaciones innovadoras utilizando las levaduras Candida tropicalis y Saccharomyces cerevisiae para convertir eficientemente los azúcares en etanol”.
“Estos tres desafíos conducirán al cuarto, que implica hacer que el proceso sea sostenible y escalable, incluyendo la posibilidad de reciclar el agua residual y utilizar el subproducto de levadura para alimentos para animales”, advirtió.
Este combustible ecológico trae al presente los coches del futuro
Se espera que la investigación culmine en noviembre de 2025 y sirva para impulsar los biocombustibles sostenibles, bajando el impacto ambiental e incentivando la seguridad alimentaria a nivel internacional.
Pese a que este combustible ecológico podría ser una alternativa viable para el futuro de los coches, todavía no llega el fin de los vehículos de combustión. En junio, la UE tomará importantes decisiones que podrían cambiarlo todo.