Francia encuentra el secreto para generar energía infinita en el lugar menos pensado. Un proyecto que inevitablemente nos lleva a Estados Unidos, donde han hallado el Santo Grial dentro de una roca. El concepto de “energía infinita” es visto como la salvación para la humanidad. Un hallazgo histórico que acabe con nuestros problemas de energía suena tan prometedor como utópico.
La noción de “energía infinita” se torna para algunos investigadores como un término teórico e hipotético que va más allá de los principios y las limitaciones esenciales de la física y la ciencia de la energía tal como las concebimos. En el marco de la física, la energía es una cantidad conservada, lo que quiere decir que no puede desarrollarse ni destruirse, solo transferirse o cambiar de estado.
También hay quienes deciden atribuirle las palabras “energía infinita” a las energías renovables, que tiene su origen en fuentes inagotables. Por ejemplo, la energía hidroeléctrica, solar, eólica, oceánica, geotérmica y de biomasa. Este último caso (renovables) es el que se está explotando en Francia, pero con la particularidad de que un material cargado de óxido está presente.
La energía infinita existe y está en Francia: este es su secreto para elaborarla
La empresa ferroviaria estatal francesa Société Nationale des Chemins de Fer Français (SNCF) dispone de más de 113.800 hectáreas de terreno apto para acoger instalaciones fotovoltaicas. Su filial Architecture Recherche Engagement Post-carbone (AREP) ha diseñado un método que mezcla fotovoltaica + almacenamiento en contenedores.
Su rasgo distintivo es que puede ubicarse sobre raíles (de ahí que mencionáramos el óxido) y desmontarse cuando se torne necesario con el objetivo de mejorar el potencial fotovoltaico de las líneas inactivas. El proyecto Solveig ya ha instaurado su primer piloto, conformado por ocho paneles solares sobre raíles en el centro técnico de Achères.
Allí se probarán durante los próximos 6 meses. El método está basado en contenedores marítimos estándar que movilizan ocho paneles fotovoltaicos, inversos y baterías de almacenamiento de energía a los emplazamientos ferroviarios por carretera o ferrocarril. Asimismo, un brazo telescópico es el encargado de descargar los paneles, que van fijados a unos raíles para evitar la exposición al viento.
Cabe destacar que su instalación temporal y modular no necesita de cimientos. AREP busca optimizar aún más el sistema para convertirlo en un mecanismo más eficaz y asequible. Por ahora, no se ha estipulado una fecha para la fase de industrialización. En cuanto a aplicaciones, el sistema Solveig fue confeccionado para el uso energético de la SNCF y el consumo local.
Un ejemplo sucede durante las obras. Sin embargo, también podría extenderse a proyectos de mayor escala si se da la demanda suficiente.
El óxido es la clave para crear energía infinita en Francia y Suiza
Siguiendo esta línea, hace un tiempo atrás se supo que la compañía suiza de tecnología limpia Sun-Ways estaba creando un proyecto piloto para integrar módulos solares en las vías del tren. La iniciativa dio inicio en mayo de 2023 y consistió en la ubicación de módulos solares entre las vías del tren como si se trataran de una alfombra usando un tren especial.
En una primera fase, quedaron enganchados 5.000 módulos solares para producir una generación anual de dos gigavatios hora de energía solar. Si se necesita mantenimiento, el riel solar se retira. Un caso se daría si tuviera que llevarse a cabo un rectificado de raíles. Sun-Ways utiliza módulos solares de tamaño estándar (1m x 1,70 m). La electricidad producida va de forma directa a la línea aérea o inyectada en la red eléctrica.
Francia encuentra el secreto para generar energía infinita… ¿en el óxido? Su solución, compartida con Suiza, podría otorgarle más de una satisfacción al sector energético. Mientras se determina el alcance de ambos proyectos, el mundo mira de cerca este nuevo material fino: es capaz de convertir cualquier cosa en un panel solar y obtener energía infinita en casa.