El pasado 28 de abril tuvo lugar el insólito apagón que dejó sin electricidad a España; un hecho inédito por el que, mientras se hacían las investigaciones precisas, muchas miradas fueron para las energías renovables que fueron las primeras señaladas de lo ocurrido.
Sin embargo, no hay que buscar culpables en ese lado como reccuerda el científico del CSIC y experto en la transición ecológica, Antonio Turiel. A su juicio estas no fueron las que tuvieron la culpa. Eso sí, en este caso, es justo recordar que, como explica este profesional, al relajarse las condiciones que se exigen para la implantación de las energías renovables se ha fomento su introducción y eso ha ido «imprudente».
Unas condiciones menos duras que, como recuerda este profesional, se han hecho «para abaratar costes y de esta manera responder a presiones de las grandes compañías eléctricas para favorecer un despliegue rápido”.
Tras el apagón, muchos miraron hacia las energías renovables
El mercado eléctrico había determinado para ese momento que más del 60% de la electricidad se generase con fotovoltaica y eólica. No era la primera vez y ha habido días con más cantidad de generación renovable. Estas energías fueron las primeras señaladas. ¿Por qué?
El científico del CSIC y experto en la transición ecológica, Antonio Turiel, cree que las renovables “no fueron las culpables” pero explica que “se han relajado las condiciones para favorecer un despliegue más rápido de las energías renovables para fomentar su introducción” Y concluye que esto “ha sido imprudente porque, como se ha visto, para operar una red de alta tensión necesitas esos sistemas de estabilización.”
Añade que “si se produce un incidente del tipo que sea, que en una red tan grande y tan compleja como es la española, de vez en cuando hay algún incidente por diversos motivos, estos sistemas no son capaces de reaccionar”. “Se ha hecho para abaratar costes –explica- para responder a presiones de las grandes compañías eléctricas para favorecer un despliegue rápido”.
José Donoso, presidente de la Unión Fotovoltaica Española UNEF, concluye que “lo que ha pasado es que la regulación ha ido demasiado lenta. Nuestras plantas llevan tecnología para controlar la tensión, pero no se puede utilizar porque llevamos desde 2020 esperando que la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia apruebe la norma”. La CNMC aprobó este nuevo procedimiento de control de tensión, que permitirá que miles de centrales fotovoltaicas puedan colaborar con el control de la tensión del sistema 45 días después del apagón.
Medidas ‘antiapagón’
Semanas después del apagón el gobierno ha aprobado medidas como que la CNMC tenga más capacidad para vigilar que las centrales cumplan las normas, y otras para fomentar el almacenamiento. Esto último –asegura- dará más estabilidad al sistema.
En general, el mensaje que lanzan los expertos y actores del sistema es que hay garantías para evitar otro apagón, aunque hay expertos que no lo tienen tan claro. De momento, Red Eléctrica sigue operando en un “modo reforzado”, lo que quiere decir que está utilizando menos renovables y más centrales de gas y de ciclo combinado para producir electricidad, lo que es más caro, contaminante e insostenible. ECOticias.com