La Directiva Marco del Agua es, según los ecologistas, la pauta que debe regir en el tema medioambiental en Europa, por lo que los ecologistas exigen que a la hora de cambiar las nuevas leyes, se deje esta área (que está correctamente legislada) fuera de la discusión.
Para los ecologistas, el problema estriba en que los lobistas de las industrias agraria, química y minera están presionando para que se cambien dichas leyes con el fin de flexibilizarlas, lo que podría resultar sumamente perjudicial para la salud de las personas y los ecosistemas.
Una serie de organizaciones agrupadas en la coalición Los Ríos Vivos de Europa han explicado que si las leyes se simplifican y modifican la Directiva Marco del Agua, se pone en peligro el agua en la que nos bañamos y también la que bebemos, a cambio de que unos pocos obtengan beneficios económicos.
La Comisión Europea prepara una simplificación ambiental que pone en juego la Directiva Marco del Agua
La Comisión Europea presentará en diciembre una propuesta para simplificar las normas medioambientales de la Unión Europea y las organizaciones ecologistas piden al Ejecutivo que deje la legislación sobre agua fuera de ese ejercicio de síntesis, pese a las presiones de las industrias mineras, agrícolas o químicas.
«Los lobistas de la industria están cercando a la Comisión (…). No muestran ninguna preocupación por el hecho de que sus exigencias podrían dejarnos con productos químicos en la sangre y contaminación tóxica en el agua en la que nos bañamos, siempre y cuando los beneficios sigan fluyendo», declaró en un comunicado la coalición Los Ríos Vivos de Europa.
Bajo ese paraguas, organizaciones medioambientalistas como WWF, La Oficina Europea del Medioambiente o The Nature Conservancy, dicen que debilitar la Directiva Marco del Agua (DMA) hará que incluso las industrias que se beneficien en el corto plazo acaben pagando por ello «cuando la desregulación a corto plazo alimente la inestabilidad a largo plazo».
Resiliencia hídrica y desregulación: el informe que desnuda el papel de la industria
La alianza ecologista publicó un informe titulado «El papel de la industria en la resiliencia hídrica» y señaló que los sectores industriales están presionando para que se pueda catalogar como un cuerpo de agua en «buen estado» incluso si algunos de sus parámetros fallan, lo que supondría una «peligrosa distorsión de la realidad» al presentar como buenas aguas degradadas.
«Sólo un pequeño grupo de actores de lobby apoya debilitar la Directiva, no la mayoría de las empresas» apuntan.
Señalan también que los sectores extractivos y agrícolas presionan al Ejecutivo para que se posponga, de nuevo, la obligación de alcanzar un buen estado ecológico de las aguas, lo que generaría «muy pocos incentivos» para que los usuarios intensivos tomen medidas.
También se posicionan en contra de ampliar la lista de excepciones que permitiría, en limitadas ocasiones, autorizar proyectos con impactos negativos, pues entienden que ya se utiliza desproporcionadamente, entre otros puntos.
«Estos cambios abrirían las compuertas a más contaminación y destrucción de la naturaleza, amenazando no solo a los ecosistemas y la fauna silvestre, sino también a fuentes vitales de agua potable -poniendo en riesgo la salud de millones de personas en toda Europa- y, al mismo tiempo, socavando la nueva Estrategia Europea de Resiliencia Hídrica y los objetivos climáticos de la UE», aseguró la coalición.
ONG ecologistas exigen blindar la Directiva Marco del Agua y garantizar agua limpia y asequible
Las organizaciones ecologistas reclaman a la Comisión que no simplifique la Directiva Marco del Agua, que haga cumplir las normas existentes «sin revisarlas ni vaciarlas de contenido» y que financie su aplicación con el objetivo de «proteger el derecho de la ciudadanía a un agua limpia, segura y asequible».
Las normas de la Directiva marco del Agua deben ‘blindarse’ con el objetivo de proteger a la biodiversidad, los ecosistemas y las personas y no se deben permitir nuevas excepciones o ampliar limites que ya están perfectamente acotados.
Por eso, los ecologistas solicitan a la Comisión Europea que desoiga a los lobbies y no se deje presionar, porque las consecuencias podrían ser nefastas y afectarían no solo a la Directiva marco del Agua, sino también a la Estrategia Europea de Resiliencia Hídrica que se aprobó recientemente y a los objetivos que tiene la UE en el ámbito climático. Seguir leyendo en ECOticias.com / EFE















