9 de cada 10 españoles quieren que se protejan los océanos y se regule estrictamente la pesca de arrastre

Publicado el: 26 de junio de 2024 a las 06:30
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Océanos pesca de arrastre

Una nueva encuesta ha puesto de manifiesto que para el 92% de los españoles los líderes políticos deberían priorizar la conservación de los océanos e implementar un sistema más estricto para que se regule la pesca de arrastre.

Nueve de cada diez españoles encuestados esperan que sus líderes políticos den prioridad a la protección de la biodiversidad marina, según los resultados del sondeo realizado por la agencia independiente de investigación Sapience1.



Además, el 87% de los ciudadanos cree que la pesca de arrastre debería regularse de una forma más estricta. Concretamente, el 81% de los encuestados muestran una preocupación alta o moderada por el impacto de este tipo de pesca destructiva en el mar y el 70% está a favor de su prohibición en áreas marinas protegidas.

La protección de los océanos debe ser una prioridad

Michael Sealey, asesor político de Oceana en Europa, explica que “los resultados plasman claramente las expectativas de los españoles en materia de preservación de los océanos, especialmente con respecto a zonas protegidas.



Estas cifras deben ser una llamada de atención para el Gobierno, que debe prohibir la pesca de arrastre en áreas marinas protegidas y también para los nuevos eurodiputados españoles, que deben poner a los océanos como una de las prioridades de su mandato. La pesca destructiva es incompatible con la conservación de los ecosistemas a los que afecta”.

El estudio señala además que, para proteger el océano, el 98% de los ciudadanos consideran esencial o importante salvaguardar los hábitats y las especies marinas amenazadas, además de poner fin a la pesca ilegal (97%) y la sobrepesca (95%).

Tras las elecciones europeas, este es un mensaje claro a la nueva Comisión y a los nuevos diputados españoles al Parlamento Europeo, para que sitúen las cuestiones relativas a los océanos en su lista de prioridades. La conservación del mar es clave para la lucha contra el cambio climático, pero también aporta beneficios económicos a pescadores y comunidades costeras.

Los españoles (93%) también consideran que las áreas marinas protegidas son necesarias para salvaguardar la biodiversidad marina y del medio ambiente de los océanos y mares. Esto muestra una gran diferencia entre la opinión de las personas sobre la protección real de la vida marina y la cruda realidad de la pesca destructiva dentro de estas zonas.

De hecho, un informe publicado en abril por Oceana, Seas At Risk y la Marine Conservation Society reveló que las áreas marinas protegidas españolas se vieron afectadas por la pesca de arrastre de fondo 460.000 horas entre 2015 y 2023.

No más pesca de arrastre

La pesca de arrastre consiste en que uno o varios barcos arrastran pesadas redes por el fondo de los océanos para capturar peces, como la merluza y otras especies marinas, como las gambas. Es uno de los métodos de pesca más destructivos, ya que provoca la pérdida de ecosistemas, la liberación del carbono almacenado en el lecho marino y conlleva altos niveles de capturas accidentales y descartes de fauna marina.

Esta actividad repercute negativamente tanto en la sostenibilidad de las poblaciones de peces como en la propia industria pesquera, especialmente la dedicada a la actividad artesanal, que representan la mayor parte de la flota europea activa.

Datos de la encuesta

  • Sapience es una agencia independiente de investigación y consultoría con sede en Bruselas, presente en 19 mercados. Los sondeos fueron encargados por las ONG Oceana y Seas At Risk.
  • Para garantizar la fiabilidad estadística y la representatividad se entrevistaron a través de un cuestionario en línea a 1.002 encuestados en España. Los datos se ponderaron para lograr una representación nacional por edad, sexo y región.
  • Estas muestras forman parte de un estudio que se ha llevado a cabo en siete países de la Unión Europea: Alemania, Dinamarca, España, Irlanda, Países Bajos, Portugal y Suecia, con el objetivo de analizar las tendencias de los ciudadanos europeos respecto a la conservación marina y sus principales amenazas tanto a nivel comunitario como en el contexto nacional.