El 1 de septiembre marca un cambio en el calendario climático y, al mismo tiempo, un respiro tras un verano especialmente complicado en España. Agosto estuvo marcado por un intenso episodio de incendios forestales que arrasaron miles de hectáreas, concretamente más de 400.000, afectando gravemente a ecosistemas, viviendas y actividades económicas en diversas comunidades autónomas.
Las olas de calor, la sequía prolongada y la acumulación de biomasa seca crearon un escenario propicio para la propagación rápida de las llamas, lo que puso a prueba tanto a los servicios de extinción como a la resiliencia de las poblaciones afectadas.
Las llamas se calman tras un agosto triste
Con la llegada del otoño meteorológico, se deja atrás el intenso episodio de incendios que asoló España en agosto, y septiembre arranca con una situación más tranquila, con Galicia libre de fuego y Castilla y León con seis fuegos, todos al nivel mínimo de peligrosidad. Tras un agosto más cálido y seco de lo normal, que calcinó más de 300.000 hectáreas y dejó cuatro víctimas mortales y 48 heridos, septiembre ha llegado con el pronóstico de lluvias en el norte peninsular y Baleares para esta semana.
El riesgo de incendios este lunes es en general más bajo que en días anteriores, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que ha alertado de que aún hay zonas en peligro muy alto o extremo, especialmente en el este y sur de la península.
Este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado las líneas de su propuesta de pacto de Estado climático, entre las que se encuentran la creación de una nueva Agencia Estatal de Protección Civil y de Emergencias, la dotación de más recursos permanentes por parte de todas las administraciones públicas, el reforzamiento del mundo rural y la instauración de una cultura cívica de protección. Asimismo, ha anunciado que el Consejo de Ministros aprobará este mismo martes «la hoja de ruta para materializar este pacto de Estado».
Ya el domingo, la directora de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, aseguró que, tras más de 20 días seguidos de lucha sin descanso contra las llamas, las circunstancias habían mejorado lo suficiente como para pasar de fase de ‘preemergencia’ a ‘estado de alerta y seguimiento permanente’.
Comienza el otoño meteorológico
La ola de calor extrema que afectó durante gran parte de agosto fue, según indicó Barcones, «la más intensa y la tercera en duración desde, al menos, 1975». A las altas temperaturas y ratios de humedad muy bajos, que dificultaron la estabilización de los incendios, se sumaron rachas fuertes de viento y tormentas secas cambiantes, que contribuyeron a empeorar la situación.
El otoño meteorológico que ha comenzado este lunes y se prolongará hasta el 30 de noviembre registra temperaturas por debajo de lo normal, valores que tendrán altibajos durante toda la semana y precipitaciones que afectarán al norte peninsular y serán en forma de tormentas en el nordeste y Baleares, pudiendo ser localmente fuertes.
La realidad actual de los incendios
El fuego declarado la madrugada pasada en el término del municipio de Gibraleón, en la provincia de Huelva, ha sido dado por estabilizado este lunes a las 14.00 horas al presentar una evolución favorable y no tener frentes activos, ha informado el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de Andalucía (Plan Infoca). Respecto al declarado el pasado jueves en Lubrín (Almería), el Plan Infoca lo ha dado por controlado este lunes tras afectar 1.116 hectáreas, lo que eleva a 6.151 la superficie total dañada en Andalucía en lo que va de año.
En Castilla y León, una de las comunidades más afectadas por los incendios de este agosto, permanecen activos seis fuegos, todos ellos en nivel mínimo en el Índice de Gravedad Potencial, después de bajar ayer, domingo, los de Porto (Zamora), uno de los más peligrosos del verano, y de Barniedo de la Reina (León).
Galicia está libre de fuego desde el domingo, tras quedar extinguidos los tres megaincendios de este verano en la región: el de Larouco, que llegó a la provincia de Lugo; el de Chandrexa de Queixa-Vilariño de Conso y Oímbra-Xinzo, con más de 78.500 hectáreas afectadas, conforme a estimaciones de la Xunta.
Muchos esperaban la llegada del 1 de septiembre. No tanto igual por la vuelta a la rutina, sino por dar la bienvenida a un otoño meteorológico que relajara la grave situación vivida el pasado mes de agosto en España con los incendios forestales. Una nueva etapa donde las llamas se han apaciguado pese a que quedan todavía ocho fuegos activos, no graves, en Castilla y León y Andalucía. EFE / ECOticias.com