Sin un combustible líquido ni sólido, un supercoche puede lograr 1.000 km de autonomía. El modelo eléctrico solar de 1.600 km de autonomía logró sorprender al mundo, pero la pieza que llegará en menos de dos años promete generar una revolución. Cada vez son más los usuarios que se decantan por comprar vehículos eléctricos por su mayor sostenibilidad medioambiental y el ahorro que suponen a la larga. No obstante, los modelos electrificados todavía deben solventar varios obstáculos en el mercado para instaurarse de la misma forma en la que alguna vez lo hicieron los coches de combustión, todavía predominantes en la industria (aunque con “fecha de caducidad”).
Una de las mayores preocupaciones de los potenciales compradores de coches eléctricos es la autonomía de estos automóviles. De hecho, la autonomía de este tipo de coches es un asunto que produce dudas y reticencia a la hora de comprar. La autonomía varía en función del modelo que tengamos delante y también de su forma de abastecimiento. Por ejemplo, los vehículos eléctricos de batería funcionan con una batería eléctrica y, según un estudio realizado por Evwind sobre el uso de los vehículos eléctricos con batería en Europa, los conductores hacen de media entre 40 y 80 km al día, una cifra que equivale a unos 2,5 viajes al día.
Por otra parte, los vehículos eléctricos híbridos enchufables cuentan con dos motores: uno eléctrico de batería y otro de combustión interna. De media, y de acuerdo a la autonomía que suelen brindar este tipo de vehículos, pueden recorrer unos 42 km aproximadamente. Sin embargo, la dualidad de elegir entre un híbrido y un eléctrico 100% podría terminar con la aparición de un supercoche con 1.000 km de autonomía.
1.000 km de autonomía: una aspiración que se hace posible con la llegada de este “combustible”
La segunda generación de baterías con electrolito sólido de SAIC llegará en 2026 y ofrecerá más de 1.000 km de autonomía real. De esta manera, faltarían apenas unos años para disfrutar de un supercoche que derribara el gran problema de los eléctricos. Este año, el fabricante chino SAIC, propietario de firmas como MG, ha comenzado con la producción de la primera generación de celdas con electrolito sólido. Se trata de una versión que podría clasificarse como pre-generación, dado que son baterías semi-sólidas.
Sin embargo, el óptimo resultado de ellas ha permitido acelerar la inversión y el trabajo en la segunda generación, que han confirmado que llegará para 2026. SAIC ya presentó este 2024 un primer prototipo bajo la marca IM, que está preparando su irrupción en Europa. Una berlina equipada con celdas de estado semi-sólido de primera generación creadas en conjunto con una asociación entre SAIC y el especialista en baterías chino Jiangsu Qingtao.
Gracias a estas baterías, el L6 monta una batería que brinda una densidad energética de prácticamente el doble de la media en las baterías de litio, 368 Wh/kg. Sobre el papel, esto quiere decir que hará posible que el IM L6 instale un pack de alrededor de 150 kWh con una autonomía de más de 1.100 km bajo el ciclo CLTC.
Según el anuncio de SAIC, las baterías con electrolito sólido de segunda generación empezarán a producirse en masa en 2026. Es decir, no será una solución como la actual, con unas tiras muy limitadas a causa del alto coste de producción. En contraposición, será una apuesta con una mayor capacidad de fabricación.
Un supercoche con 1.000 km de autonomía: Mercedes apuesta por las baterías de electrolito sólido
Siguiendo esta misma línea, Mercedes –Benz, en colaboración con el especialista Factorial, también ha presentado sus revolucionarias baterías de electrolito sólido, que ofrecen más de 1.000 km de autonomía. Las compañías han creado conjuntamente la batería de electrolito sólido Solstice. Otorga una densidad energética de hasta 450 Wh/kg, que debería permitir a Mercedes-Benz aumentar la autonomía de sus coches eléctricos hasta en un 80% respecto a sus modelos actuales, cuyo alcance vacila entre los 458 km WLTP del EQA 300 4MATIC y los 816 km WLTP del EQS 450+. Con un incremento del 80%, llegarían respectivamente a 824 y 1.469 km.
En definitiva, el supercoche con 1.000 km de autonomía llegará mucho antes de lo que pensamos con una materia semi sólida que rompe con los paradigmas actuales. Un impacto total que supera incluso a la versión deportiva premium con doble motor y más de 700 km de autonomía de Audi.