El coche solar es una fantasía extendida desde hace mucho. Hubo un momento en el que parecía iba a lograrlo. Surgió uno que parecía que iba a cambiar el mundo. En el proceso, se descubrió algo que obligó a cambiar de planes. Aun así, el ser humano sigue imaginando el día en el que un coche pueda cargarse con la luz Sol, sin depender de gasolineras ni electrolineras.
La idea de que un vehículo pueda cargarse con la exposición al astro rey es cautivadora. En síntesis, se trata de un coche con motor eléctrico cuya principal fuente de energía llega desde paneles solares, generalmente ubicados en su superficie. Se diferencia de los vehículos eléctricos convencionales, que van enchufados a la red, en que el coche solar persigue la autosuficiente energética con la captación propia de luz solar.
Este concepto no debe confundirse con los coches con carga solar. En este, se usa la energía solar para recargar sus baterías, pero esta energía llega desde fuera del vehículo, en estaciones o puntos de recarga concretos que utilizan paneles solares.
Este coche solar prometía llegar lejos, pero no pudo cubrir sus propias expectativas
Hace tiempo que se dice que el coche solar está más cerca que nunca. Decían que el primer coche solar iba a cambiarlo todo, pero las cosas no salieron como estaban planeadas. Durante un largo tiempo, se habló sobre Lightyear. La marca tenía muchas esperanzas en su coche solar.
Anunció que ya era posible comprarlo, con un precio de salida de 119 000 euros y una silueta misteriosa. También se comunicó su coste de reserva, de 19 000 euros y un sinfín de promesas, hoy incumplidas. Se esperaba concretar en Madrid hasta 17 000 kilómetros por año con la “fuerza” de la energía solar.
El coche podría acompañarse con una batería con una autonomía de 400 kilómetros u otras más pretenciosa de 800. En 2019, Lightyear mostró ante el mundo su pieza maestra: Lightyear One. Ostentaba un precio de 149 000 euros y 725 kilómetros de autonomía.
Para ese entonces, la reserva había ascendido a 119 000 euros. Para junio de 2022, llegó el Lightyear 0, que anunciaba, en el mejor de los escenarios, 70 kilómetros de autonomía solar por día. Bajaron las expectativas de un máximo de 30 000 kilómetros “gratis” por año a 25 500.
Se anunció un valor de 149 000 euros para los primeros 150 clientes y 250 000 euros para los siguientes. La promesa era que un SUV de unos 30 000 euros llegara este año. Hubiera sido un sueño hecho realidad para muchos, pero no pudo ser.
La falta de ventas acabó con el sueño del coche solar
Septiembre de 2022 fue un antes y un después para este coche solar. La empresa recibió una nueva inversión superior a 80 millones de euros. Fue una importante inyección de capital que le permitió la apertura de su planta de montaje, que duró apenas unas horas.
Pocos días después, la producción del Lightyear One tuvo que paralizarse por falta de ventas. En enero de 2023, la compañía anunció la bancarrota. Con ella, el sueño del coche solar se esfumó.
Del primer coche solar solo quedan los paneles
A principios de 2023, la empresa fue desmantelada y se subastaron sus activos. Después, tuvo lugar el último intento después de una inversión de ocho millones de euros.
Con este capital, se busca resucitar la marca, pero no se pudo. Lightyear finalmente se quedó con la parte de su tecnología que sí podía rentabilizar: paneles solares para coches eléctricos.
El primer coche solar que iba a cambiar el mundo se quedó en el intento. Aunque la industria no se rinde en cumplir uno de los mayores sueños de la humanidad. Este, al que llaman el verdadero coche solar, ya ha superado todos los récords.