El futuro de los coches eléctricos se acerca sin que podamos detenerlo. Después de varias investigaciones e informes, un grupo de expertos asegura que existe un material 200 veces más resistente que el acero y muy ligero. La industria automotriz se encuentra en el umbral de un cambio significativo, y los coches eléctricos parecen estar preparados para ocupar el papel principal.
Un reciente estudio de Standard & Poors ha expuesto que, al contrario de las tendencias reportadas en 2023 y 2024, las ventas de vehículos eléctricos (EVs, por sus siglas en inglés) ascenderán un 30% a nivel global en 2025. Este progreso afianzaría a los automóviles eléctricos con una cuota del 16,7% en el mercado automotriz, rozando un imponente número de 15,1 millones de unidades vendidas en ese año.
Después de un periodo de declive en la preferencia por coches eléctricos frente a los híbridos e híbridos enchufables, el contexto parece cambiar de manera ágil. Este cambio no es casual. Responde a la combinación de varios factores, que van desde avances tecnológicos hasta fuertes estrategias de mercado.
El futuro de los coches eléctricos queda decretado con la aparición de este material
Un hallazgo que al principio parecía destinado a la física cuántica puede convertir para siempre la eficiencia y diseño de los coches eléctricos. Alegato que corresponde a un informe reciente que ha demostrado que el grafeno, uno de los grandes milagros de la ciencia de materiales, es capaz de difractar átomos a velocidades nunca vistas.
De esta manera, se abre la puerta a nuevas realidades tecnológicas con un potencial disruptivo. Este adelanto efectuado por un equipo de investigadores del German Aerospace Center y la Universidad de Viena replica un experimento único de hace un siglo (el de Thompson con electrones).
Utiliza grafeno como si fuera una ‘rejilla cuántica’ para átomos, alcanzando un nivel de precisión y resistencia que sobrepasa cualquier tecnología actual. Es un material famoso por sus propiedades extraordinarias. Resulta más ligero que el aluminio, más resistente que el acero y un gran conductor de electricidad.
Gracias al experimento realizado, también se ha descubierto que es capaz de soportar interacciones atómicas de elevada energía sin degradarse. Unas características que lo convierten en un recurso único y que lo comparan con el número 9, también clave en el desarrollo de coches eléctricos.
Los coches eléctricos tienen un futuro prometedor por delante: este material será crucial para su prosperidad
El hallazgo del estudio mencionado consolida el potencial del grafeno para mejorar las baterías de los coches eléctricos. Podríamos viajar hacia un futuro colmado de baterías más ligeras, con mayor capacidad de almacenamiento y capaces de recargarse en minutos en lugar de horas. Además, este material podría ser elemental para la próxima generación de sensores cuánticos en los EVs.
Dichos sensores albergarían la capacidad de medir cambios diminutos en fuerzas, campos eléctricos o hasta la posición del vehículo con una precisión nunca vista. Esto podría derivar en una conducción autónoma más segura y eficiente. Otro rasgo llamativo del grafeno es su capacidad para conducir el valor.
Los vehículos eléctricos actuales se topan con retos vinculados a la gestión térmica, dado que los motores eléctricos y las baterías producen cantidades considerables de calor. El grafeno podría tomar el rol de disipador de calor ultradelgado, conservando los elementos del vehículo más frescos y extendiendo su vida útil.
El grafeno es un recurso vital para abrazar el futuro de los coches eléctricos
Tampoco podemos dejar de lado el diseño. Al tratarse de un material ultraligero, el grafeno podría permitir la elaboración de vehículos más livianos sin comprometer la seguridad. Esto no solo haría más fácil la eficiencia energética, sino que también abriría un nuevo mundo de posibilidad de diseños futuristas y aerodinámicos.
Este hallazgo, aunque tiene su origen en un campo puramente científico, atesora el potencial para acelerar el desarrollo de tecnologías para coches eléctricos. Con la presencia de un recurso tan versátil como el grafeno, la humanidad está más cerca que nunca de sobrepasar las barreras que limitan la adopción masiva de estos vehículos, como la autonomía, el tiempo de carga y el coste.
Aunque el futuro de los coches eléctricos solo lo escribirá el tiempo, el grafeno se torna como un material 200 veces más resistente que el acero que tiene mucho que “decir” al respecto. De la mano de la tecnología futura también están llegando piezas como esta que, pese a no ser necesaria, todos los dueños de los coches eléctricos la querrán cerca.