Años atrás, la Unión Europea (UE) decidió hacer el pase de los coches de combustión a los eléctricos. Así respondía a su deseo de acotar la emisión de gases y contaminación. Desde ese momento, un gran número de países miembros, entre ellos España, han tomado diferentes medidas para instaurarlos en el mercado.
En este contexto, aparecieron las Zonas de Bajas Emisiones o subvenciones para comprar coches eléctricos. Miles de personas ya han abandonado sus coches diésel o gasolina, haciendo que la cifra de coches eléctricos en circulación se impulse en escasos años.
Un problema impide la adopción masiva de los coches eléctricos. La infraestructura de carga no se ha incorporado al mercado con la misma rapidez de los automóviles. Pero no está todo perdido, dado que la UE ha cambiado las reglas para la recarga de coches. Lo que tiene pensado afectará a 11 millones de coches y 950 000 puntos.
La UE impone cambios sobre los coches eléctricos
Tras la aparición del “Terminator” de los coches eléctricos, la UE ha cambiado las reglas para la recarga de vehículos. El último informe State of Industry 2025, difundido por ChargeUP Europe, expuso que ya son hasta 11 millones de coches eléctricos los que transitan por las carreteras europeas.
Constituye un volumen todavía discreto, pero con altas expectativas de progreso hasta tres millones antes de que culmine 2025.
La evolución reportada representa un crecimiento considerable y comienza a estar vinculado con el aumento de puestos de recarga pública, que actualmente llegan a 950 000 distribuidos por todo el Viejo Continente.
El último desarrollo plasma una subida del 39% en comparación con el año 2024, sin dejar de lado que la potencia media instalada por coche eléctrico ya cuadruplica los mínimos exigidos por la normativa europea AFIR. Se trata de la regulación de la infraestructura para combustibles alternativos.
Dicho refuerzo técnico es especialmente visible en cargadores rápidos y ultrarrápidos en contextos urbanos, rasgo que está permitiendo que el desarrollo de la red progrese junto con la expansión del parque eléctrico.
Cambio que aplica la UE sobre la recarga de los coches eléctricos
El reglamento Europeo de Infraestructuras de Combustibles Alternativos (AFIR), firmado en abril de 2024, obliga a los puntos de recarga eléctrica a incluir sistemas de pago accesibles. Asimismo, deben asegurar elevados niveles de disponibilidad y transparencia.
Este nuevo contexto transforma la conectividad en un valor esencial para cumplir con las condiciones técnicas, regulatorias y de seguridad. En esta línea, la normativa AFIR no es la única que puede incidir sobre los puntos de carga.
Europa Press consigna que el próximo 1 de agosto entrará en vigencia la norma europea EN 18031, que fortifica la Directiva sobre Equipos Radioeléctricos (RED) e integra nuevos requisitos para equipos electrónicos. Desde la UE solicitan que los dispositivos de pago estén especialmente diseñados y protegidos para evitar posibles ciberataques.
Además, debe asegurarse la integridad de las redes conectadas y proteger la intimidad de los conductores. La nueva normativa vislumbra aspectos clave como pasos a seguir para ejecutar el óptimo funcionamiento de la red de carga pública en Europa.
La recarga de coches cambiará en la UE
Enfatiza que todos los puntos de recarga de acceso público de más de 50 kWh ostentan la obligación de incluir una alternativa de pago de uso universal sin necesidad de suscripción, como un lector de tarjetas. Por otro lado, se les debe otorgar a los consumidores datos transparentes con medios electrónicos acerca de los precios, disponibilidad y aspectos técnicos del cargador.
La UE está a punto de cambiar las reglas para la recarga de coches. Afectará a 11 millones de autos y 950 000 puntos. Mientras esta realidad está llegando, aseguran que los coches eléctricos tendrán tubos de escape.