Una metrópolis ha logrado lo que el mundo lleva años tratando de conseguir: un espacio libre de emisiones contaminantes. El éxito resulta mucho más significativo si tenemos en cuenta que es una ciudad con 18 millones de habitantes. La contaminación ambiental es una preocupación incesante que nos ha acompañado durante las últimas décadas.
Conforme las actividades humanas se expanden, el equilibrio natural de la Tierra experimenta cambios, que generalmente resultan en una degradación de la calidad del aire, el agua y el suelo. Las causas son diversas y sus consecuencias tanto para la salud humana como el medio ambiente son imposibles de negar.
En gran medida, la protección del entorno depende de las decisiones del ser humano. Hay diferentes tipos de contaminación, pero la más “visible” en las grandes ciudades es la del aire. Emerge con las emisiones contaminantes de automóviles, fábricas y plantas industriales. Sus efectos son devastadores y ampliamente conocidos: calentamiento global, deterioro de la capa de ozono, enfermedades respiratorias, cardíacas…
Adiós emisiones contaminantes: esta metrópolis logra lo impensado con 18 millones de habitantes
Shenzhen, la gran ciudad tecnológica del sur de China, puede presumir de vivir libre de emisiones contaminantes en su red de transporte público. Con sus 18 millones de habitantes, dispone de una red de autobuses públicos 100% eléctrica. 2017 fue un año decisivo para este destino chino. Entonces, se convirtió en la primera urbe en adoptar autobuses eléctricos, silenciosos y cero emisiones de CO2.
La metrópolis limita con Hong Kong y es sede de varias compañías tecnológicas. Asimismo, también ha electricidad una gran cantidad de taxis. China es el país con mayor emisión global de gases de efecto invernadero.
Según registró el portal SWI Swiss Info en 2023, “depende en un 60% para la producción de electricidad”. Sin embargo, al mismo tiempo, es el territorio que más inversión hace en el despliegue de las energías renovables.
Esta metrópolis sin emisiones contaminantes ha inspirado a otras ciudades chinas
Siguiendo la política de Shenzhen, otras zonas de China han anunciado su deseo de implementar el uso de transportes limpio para este año. El uso de autobuses eléctricos mejora de forma instantánea la calidad del aire. China ostenta más del 90% de autobuses y camiones eléctricos a nivel internacional, según evidencian datos de 2021 del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT, por sus siglas en inglés).
El cambio de China no se hizo “de un día para otro”, sino que fueron necesarios “muchos años de planificación y de enormes obras de infraestructuras”, declaró ante AFP Elliot Richards, experto en vehículos eléctricos.
Richards subrayó las limitaciones presentes en otras zonas del mundo para recrear el escenario chino. Entre ellas, el nivel de gasto público que suponen los cambios que preceden el cambio, los desafíos de construcción de infraestructuras óptimas en zonas antiguas y saturadas y la posibilidad de sufrir estafas como esta.
China “habla” sobre las ventajas del transporte sin emisiones contaminantes
“Hoy en día, podemos decir que nuestros buses eléctricos tienen el mismo rendimiento que los de diésel”, apreció el director adjunto de la red de autobuses de Shenzhen, Ethan Ma, frente a AFP. Cabe destacar que, en su totalidad, los autobuses eléctricos de la metrópolis consienten un ahorro de 194.000 toneladas de CO2 anuales.
En Guangdong, la provincia de Shenzhen, varias ciudades han seguido su ejemplo y cuentan con parques de buses completamente eléctricos. Pekín y Shanghái van por el mismo camino. Con 18 millones de habitantes, esta metrópolis sin emisiones contaminantes en su sistema de transporte público ha hecho historia. Un hito que podría repetirse en Europa, donde se trabaja en un proyecto sostenible de más de 70 millones.




















