Seguramente más de una vez has escuchado que para lograr nuestras metas, siempre hay que hacer sacrificios, pero ahora España ha venido a demostrarlo y explicarnos como podemos salvar a nuestro planeta y los sacrificios que hay que hacer, antes de que sea demasiado tarde.
Nuestro planeta necesita ayuda
Para poder conseguir algo bueno en el futuro, debemos actuar en el presente, especialmente cuando se trata de cuidar nuestro planeta, pues las consecuencias del cambio climático nos hacen cuestionarnos sobre el impacto que tienen muchas de nuestras actividades.
A pesar de los grandes avances y la llegada de tecnologías más sostenibles, hay sectores que siguen siendo muy contaminantes y uno de ellos es el transporte aéreo, un sector vital para la economía y la conexión global.
Pero ¿qué tiene que ver España en todo esto? Sucede que de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), un grupo de expertos ha estado trabajando para predecir cómo afectará una nueva ley ambiental a las aerolíneas y a los precios de los boletos.
Para ello han creado un modelo que les permite anticipar los problemas que puedan surgir, pero su conclusión es bastante fuerte, pues básicamente dicen que el negocio de muchas aerolíneas ya no será rentable, porque los precios subirían tanto que mucha gente no podría pagar esos vuelos.
Esta nueva ley ambiental empezó este año y obliga a los aeropuertos de la UE a usar combustibles de aviación sostenibles (SAF), un tipo de gasolina más limpia que se hace con aceites viejos, grasas de animales o restos de agricultura, este porcentaje de SAF irá subiendo poco a poco hasta un 70% en 2050.
Una gran alza en los precios: los vuelos ya no serán lo mismo
Arturo Benito, un investigador de la UPM que trabajó en este estudio, aclara algo importante, «la gente suele creer que las aerolíneas deciden sus precios solo por cuánta gente quiere volar y cuántos asientos hay, pero no es así, hay muchísimos más factores que influyen».
Este combustible sostenible, aunque es mejor para el planeta, hará que a las aerolíneas les cueste más volar y los gastos de combustible subirán a medida que aumente el porcentaje de combustible sostenible, empezando por un 2% este mismo año 2025 y subiendo gradualmente hasta un 70% en 2050.
Los resultados de la investigación son muy claros, las compañías van a subir los precios de los boletos, pero no de la misma forma para todas, pues el precio subirá mucho más en las compañías de bajo coste porque ellas gastan un porcentaje mayor de su dinero en combustible que las aerolíneas grandes.
Y es justo ahí, donde surge el problema, pues con las predicciones actuales, muchas aerolíneas dejarían de ganar dinero, los precios tendrían que subir tanto que muchos no podrían pagar esos vuelos, probablemente prefieran usar los motores de sangre como en esta isla, que volar a un precio tan caro.
Un sacrificio necesario
El mensaje de España, a través de esta investigación de la UPM, es muy claro, la aviación más sostenible «dolerá todas las veces» que paguemos un boleto más caro o que una aerolínea deba cambiar su forma de trabajar, pero es un sacrificio necesario.
Este cambio no se puede evitar, ya que el impacto de volar como siempre lo hemos hecho no es sostenible a largo plazo y quedarnos de brazos cruzados nos saldría mucho más caro, provocando una crisis climática con daños que no se pueden arreglar.
El aumento en el precio de los boletos es el costo de invertir en aire más puro y en un futuro donde podamos seguir volando de forma sostenible, un dolor que, aunque real, es indispensable para la salud de nuestro planeta.
Aunque este avance sea un dolor desde el punto de vista económico, es un dolor necesario para avanzar hacia un transporte más sostenible, pues así como los coches evolucionan y funcionan con motores únicos y sostenibles, ahora es el turno de los aviones, pero en un futuro veremos que estos sacrificios valieron la pena.