Europa ha presentado ante el mundo un motor que hará caer a China. Es el primero en la historia en funcionar sin algo que parecía crucial. Sorprende tanto como este motor funciona a -253 ºC y revienta los récords de potencia. Uno de los elementos cruciales en la elaboración del coche eléctrico es el uso de las tierras raras.
Aunque no se requieren para el funcionamiento básico de un vehículo, son vitales para la implementación de muchas de las tecnologías avanzadas usadas en los automóviles modernos.
Las tierras raras son un conjunto de elementos químicos ubicados en la naturaleza con propiedades únicas. No son compuestos tan raros como sugiere su nombre, pero su extracción y procesamiento son costosos y necesitan de tecnologías especializadas.
En el sector automotriz, las tierras raras son especialmente relevantes para los vehículos eléctricos. Además, se emplean para otros elementos de los vehículos. Son utilizadas en múltiples aplicaciones industriales, como la elaboración de imanes, baterías recargables, pantallas de televisores y teléfonos móviles.
La denominación “tierras raras” apareció en una época en la que estos elementos fueron descubiertos y aislados por primera vez en el siglo XVIII y XIX. En aquel entonces, estos elementos eran complejos de separar y purificar, por lo que se consideraban raros y valiosos. Sumado a esto, muchos de ellos están localizados en minerales poco comunes y de difícil acceso, rasgo que incrementaba su rareza relativa en comparación con otros materiales más comunes.
Europa prescinde de las tierras raras y batalla contra China en el mercado del coche eléctrico
China domina el sector de la fabricación de motores eléctricos. El lugar privilegiado que ocupa en la producción de baterías ha hecho que varios fabricantes europeos dependan de sus suministros. Sin embargo, la estrategia comercial de China se está viendo afectada por un nuevo motor eléctrico de origen europeo.
Se llama Spinrel y fue presentado en la exposición internacional de tecnología automovilística de Colonia. Forma parte del clúster italiano Green Silence Group.
Su aparición en el mercado viene con la promesa de destronar a China en la industria de los motores eléctricos. La gran innovación de Spinrel es que no requiere de tierras raras para funcionar, puesto que no usa imanes permanentes, compuestos en un 30% por ellas. El motor eléctrico Spinrel registra un funcionamiento diferente al convencional: ostenta un funcionamiento basado en variaciones de flujos magnéticos.
Coloca varias cavidades estratégicas que, originando vacíos y colmándolas, contribuyen al giro del motor. Recurriendo a este método, Spinrel asegura un abastecimiento de energía más alto y constante, con mejores características mecánicas. Sumado a esto, su composición hace más fácil su reciclaje. Después de 3 años de investigación y una sorprendente presentación en Alemania, los motores eléctricos de Spinrel ya se encuentran disponibles.
China y Europa sin palabras: este otro motor tampoco necesita tierras raras
Siguiendo esta línea, apareció otro motor que no necesita tierras raras. Se trata de un motor de inducción de imanes que ha eliminado las tierras raras en su producción. Mahle y Valeo, dos gigantes en el diseño de motores eléctricos sin imanes permanentes, han establecido una alianza para mostrar el sistema de excitación eléctrica sin escobillas internas (iBEE).
Un dispositivo eléctrico que descarta la necesidad de tierras raras sensibles. Además, promete un óptimo rendimiento y disminuye considerablemente las emisiones de carbono del ciclo de vida.
Con hitos significativos ya anotados por ambas compañías, este acuerdo conjunto combinará la tecnología de rotor sin imanes de Mahle con la tecnología del control del motor e inversor de Valeo para desarrollar una evolución todavía más avanzada del diseño sin imanes para vehículos de la categoría superior. El nuevo iBEE brindará potencias de entre 220 y 350 kW (295 y 469 CV).
Con propuestas impactantes como estas, China pierde peso en el mercado y la mirada internacional comienza a posicionarse sobre Europa. Mientras termina de definirse qué sucederá con estos inventos, el mundo está en shock ante la irrupción del motor de aire, que está a punto de acabar con el hidrógeno.