Apareció un motor impactante en el escenario actual. No es de combustión, sino de explosión y los expertos ya barajan la posibilidad de que acabe con los eléctricos. El primer turbomotor de hidrógeno logró sorprender al mundo con un detalle jamás visto, pero este modelo de explosión promete revolucionar completamente el sector. Las últimas décadas han estado marcadas por importantes cambios en el sector del transporte. El ser humano ha comprendido que su huella sobre el planeta está comenzando a afectar severamente al entorno.
El imponente crecimiento de las industrias en muchos países está provocando un efecto colateral indeseado: una subida exponencial de las emisiones de carbono. Hace tiempo que las principales naciones de la Tierra trabajan para poner en marcha soluciones a un problema que podría ser irreversible en pocos años.
En este contexto, la industria del automóvil está experimentando cambios constantes ante los que la tecnología automotriz ha tenido que adaptarse y reinventar la fórmula para desarrollar coches seguros, fiables y menos contaminantes.
Una de las alternativas que está tomando mayor fuerza es la apuesta por los vehículos eléctricos. La adaptación a un modelo de electromovilidad funciona desde hace décadas, pero el elevado precio de los vehículos ecológicos todavía limita su adquisición masiva. Bajo estas circunstancias, ha aparecido una pieza de explosión que podría abrir un nuevo abanico de posibilidades.
Los eléctricos cierran un ciclo para dejar paso a este motor de explosión
El motor H2 Starfire supone una revolución que podría eclipsar el auge del coche eléctrico. Astron Aerospace ha creado un revolucionario motor de combustión denominado H2 Starfire. Esta pieza tiene como rasgos distintivos una alta eficiencia y cero emisiones contaminantes, representando una posible amenaza para el avance del automóvil eléctrico. El modelo H2 Starfire emplea hidrógeno como combustible.
Sin embargo, a diferencia de otros modelos similares, no difunde óxidos de nitrógeno (NOx), gases perjudiciales para el medio ambiente y la salud. Los ingenieros que trabajaron en este modelo consiguieron evitar la creación de estos contaminantes al conservar la temperatura de combustión por debajo de los 1,300º C, el umbral en el que sucede el desarrollo de los NOx. Además de ser un modelo limpio, puede transformar el hidrógeno en energía de forma altamente eficiente.
Astron Aerospace asegura que el H2 Starfire consigue una eficiencia térmica del 60%, sobrepasando con creces a los motores de combustión interna actuales, cuyo rendimiento varía entre el 20 y el 40%. El H2 Starfire toma un diseño rotativo que sustituya los pistones convencionales por dos ejes que giran en direcciones opuestas. Esta disposición no solo baja la fricción, también descarta la necesidad de recurrir a complicados sistemas de sellado, como los utilizados en motores rotativos tradicionales.
Los materiales de alta calidad, como el titanio y recubrimientos cerámicas, aseguran la durabilidad y el rendimiento del modelo bajo condiciones extremas. Este diseño permite desprenderse de un método de refrigeración por agua, disminuyendo el peso y la dificultad del motor. El H2 Starfire opera de forma más eficiente que los motores de combustión tradicionales, registrando una cifra menor de pérdidas energéticas.
¿Cómo funciona el motor de explosión de Astron Aerospace?
El aire del motor de Astron Aerospace se comprime en la zona frontal, lugar donde se combina con hidrógeno. Esta mezcla se moviliza después hacia la parte trasera, donde una chispa da lugar a la combustión. El proceso produce energía que mueve los ejes de la pieza, generando únicamente vapor de agua como subproducto. Dicha operación no solo es limpia, también resulta sumamente eficiente en términos de energía.
Otro punto destacado de este motor es su rendimiento. Impresiona la relación de su alcance con sus dimensiones compactas (29 x 32 x 44 cm) y un peso de 54 kg. Produce hasta 400 CV y 678 Nm de par motor. Si bien el H2 Starfire aún se encuentra en fase de prototipo, sus especificaciones técnicas estiman un potencial gigantesco para reemplazar los motores de combustión actuales.
Así es como este motor de explosión podría suponer el final de los eléctricos. Desembocaría en una pieza tan rompedora como el motor eléctrico chino más asequible del mercado.