En pleno proceso de descarbonización, aparece un motor que gira sobre sí mismo y quema agua en lugar de gasolina. Muchos aseguran que estamos ante el futuro de la humanidad. Se trata de una pieza tan rompedora como el desarrollo sueco que fue secreto durante décadas. La necesidad de dejar de lado los combustibles fósiles y decantarse por opciones más compasivas con el medio ambiente está latente.
Su alta huella ambiental ha obligado al mundo a hacer un alto en su uso y buscar nuevas alternativas más compasivas con el entorno. En este contexto, la electrificación se torna como un proceso irreversible en el que casi todos los fabricantes están involucrados, salvo excepciones.
Sin embargo, todavía faltan varios años para que los motores eléctricos dominen completamente a los de combustión. Este escenario también invita a los expertos en la materia a explorar nuevas opciones como el hidrógeno, un recurso que puede ser la respuesta a muchos de los problemas ambientales a los que se enfrenta el ser humano.
El hidrógeno es un elemento que ha capturado la imaginación de científicos, políticos y empresarios. Conforme se busca urgentemente bajar la huella de carbono, el hidrógeno va emergiendo como una solución potencialmente revolucionaria.
La producción del hidrógeno es el primer paso crítico hacia su uso como combustible. Una posibilidad que toma cada vez más notoriedad ante el hecho de que el único subproducto que emite es agua. Existen varias técnicas de extracción de hidrógeno, siendo la electrólisis del agua una de las más populares.
Consiste en el uso de electricidad para descomponer el agua en oxígeno e hidrógeno. Otra técnica ejecutada es el reformado de gas natural con vapor de agua, que en la actualidad es el más común. No obstante, este no es tan respetuoso con el entorno porque genera CO2.
Este motor revolucionario hace temblar a la competencia: quema agua en lugar de gasolina
Bajo estas circunstancias, irrumpe un innovador motor de la firma Astron Aerospace y recibe la denominación Omega 1. Infunde una idea sencilla, con óptimas especificaciones técnicas y sostenibles. Su diseño está cimentado en la rotación, pero no es un motor ni una turbina Wankel como las presentadas por la marca Mazda. Según han descrito sus creadores, produce emisiones “cercanas a cero” utilizando como único recurso el hidrógeno.
Presenta una alta potencia específica (un importante vínculo potencia-peso), que teóricamente podría derivar su empleo en vehículo grandes, aviones, coches y motocicletas. El motor se compone de dos pares de rotores. Cada uno alberga un primer motor y, situado sobre él, existe otro acoplado para girar en direcciones opuestas.
El primer par de rotores es el ‘frío’ y su funcionamiento es como un sobrealimentador (similar a un turbo), que absorbe y comprime aire en una precámara. Por otra parte, el segundo par es el ‘caliente’ y se ocupa de las fases de combustión y escape.
El sobrealimentador superior comprime el aire de admisión a una presión de entre 14 y 21 bares (200-300 psi), mucho más elevada si la comparamos con los 2,5 bares que típicamente utiliza un motor tradicional con refuerzo. El motor Omega 1 pesa 15,9 kilogramos y alberga la capacidad de producir 160 CV de potencia con un par de 230,5 Nm. Funciona a 1.000 rpm en ralentí y puede llegar a velocidades de hasta 25.000 rpm.
Este motor de agua puede cambiar el rumbo de la humanidad: desplaza completamente a la gasolina
La destacada eficiencia del Omega 1 radica en gran parte en el descarte de las pérdidas ‘parásitas’ internas, inevitable en los motores de pistón convencionales. Para lograr este escenario, suprime las pérdidas vinculadas a la fricción de las numerosas piezas móviles disponibles en los motores tradicionales. Tampoco dispone de cigüeñal ni un eje excéntrico como sí contemplan los motores Wankel. La potencia es transmitida directamente y de manera eficiente desde un eje de potencia giratorio.
Asimismo, alberga una función de ‘salto de disparo’ que mejora la eficiencia y funciona de forma parecida a la desactivación de cilindros en los motores de pistón. El Omega 1 no es nuevo. Se presentó hace dos años, pero ahora Astron Aerospace tiene la convicción de que su motor rotativo puede funcionar solo con hidrógeno.
Este motor que gira sobre sí mismo tendría así todo lo necesario para definir el futuro de la humanidad en materia automovilística. Una noticia tan impactante como la creación del primer turbomotor de hidrógeno con un detalle jamás visto.