Llegan unos supermotores eléctricos que podrían significar el fin de una de las guerras más extendidas. El motor eléctrico, una de las joyas de la ingeniería moderna, ha jugado un papel fundamental en la revolución industrial y la transformación de la sociedad. Conforme ha ido pasando el tiempo, ha evolucionado desde sus moderados comienzas hasta ser lo que es hoy: uno de los productos más demandados del mundo.
El surgimiento del motor eléctrico se le atribuye en gran parte a los experimentos pioneros ejecutados por científicos notables del siglo XIX. Michael Faraday, famoso físico y químico británico, fue quien se atrevió a sentar las bases teóricas de esta pieza tras descubrir la inducción electromagnética en la década de 1820. Se trató de un hallazgo crucial que preparó el camino para lo que después sería el desarrollo del motor eléctrico.
1832 fue decisivo para Faraday, quien demostró que su teoría era cierta con la construcción del primer motor eléctrico de la historia: “disco de Faraday”. A mediados del siglo XIX, el interés por los motores eléctricos subió en demasía. Ingenieros de ambos lados del Atlántico trabajaron para hacer cambios importantes en la historia que hoy se ven reflejados en motores eléctricos con los que antes solo se podía soñar.
Estos motores eléctricos son capaces de acabar con la guerra más devastadora
Dos de los proveedores más importantes de la industria del automóvil han establecido una alianza para superar las barreras impuestas por la eficiencia de los coches eléctricos el futuro. MAHLE es una de las compañías con más trayectoria en el abastecimiento de elementos destinados a la industria del automóvil. Un escenario que se repite en la firma Valeo.
Así, MAHLE y Valeo han trabajado de la mano para crear “iBEE”, uno de los motores eléctricos de mayor rendimiento hasta el momento, con unas habilidades nunca vistas que estarán a disposición de los fabricantes de coches. Su desarrollo, además, permitirá el ahorro de miles de millones de euros en investigación y desarrollo.
Ambos proveedores han presentado de manera oficial este sistema que ya comenzó sus pruebas en condiciones reales. El nuevo motor eléctrico propuesto por estas marcas alberga un alto rendimiento, pero también un elevado grado de eficiencia, al dejar de lado uno de los componentes claves en este tipo de desarrollos: imanes.
Los dos son especialistas en el sector de la tecnología de coches eléctricos, consiguiendo un conjunto motriz, de los “todo en uno”, en el que han dispuesto un motor eléctrico compacto que funciona sin escobillas y el inversor.
Esta alianza empresarial ha dado como resultado la aparición de “iBEE”, que ha aumentado la densidad de potencia (continua y máxima), brindando números de entre 220 y 350 kW, equivalentes a un mínimo de 295 CV y un máximo de 470 CV. El motor eléctrico sin imanes y sin tierras raras es apto para modelos de grandes dimensiones o deportivos.
Sumado a esto, su huella de carbono es uno de aspectos más llamativos: un 30% en comparación de lo que registraría un motor eléctrico equipado con imanes (con la pretensión de llevarlo al 40%). Un proyecto descomunal que podría acabar con una guerra que lleva años decretada, además de superar con creces las proyecciones realizadas sobre el motor eléctrico más extraño del mundo.
Las guerras llegan hasta aquí con la aparición de los motores eléctricos del futuro
Esta baja en la huella de carbono tiene que ver con un sistema de refrigeración, al que han calificado como algo innovador, con el que lograrán igualar todavía más el vínculo existente entre potencia continua y máxima.
El primer motor eléctrico de Valeo sin escobillas se presentó ante el mundo hace dos años. Su irrupción necesitó de un periodo de seis meses para alcanzar una validación positiva. Ahora, las empresas tienen por delante el objetivo de que la venta se concrete a partir de 2026, o antes.
¿Qué guerra pueden aplacar estos supermotores eléctricos?
Varios países están involucrados en una feroz guerra que tiene que ver con los minerales críticos mencionados, de los que carecen estos supermotores eléctricos propuestos por MAHLE y Valeo. Ante la aparición de unos motores que no utilizan imanes y sin tierras raras podría terminarse este conflicto comercial por el control de minerales críticos.
Con la presentación de estos supermotores eléctricos, el mundo está en vilo ante una propuesta que podría mejorar lo sugerido por el motor eléctrico perfecto que realmente no contamina.




















