Ese zumbido en la distancia es el sonido del concepto de movilidad eléctrica cambiando, para mejor. Si bien persisten los desafíos para la electrificación del parque de vehículos, también se avecinan oportunidades por las que vale la pena luchar.
Esto es particularmente evidente en las ciudades, donde las emisiones, la congestión y la seguridad constituyen problemas importantes hoy en día. Si el statu quo continúa, los problemas de movilidad se intensificarán a medida que el crecimiento de la población y el PIB impulsen el aumento de la propiedad de automóviles y los kilómetros recorridos por los vehículos.
En respuesta, la industria de la movilidad está desatando una deslumbrante variedad de innovaciones diseñadas para carreteras urbanas. Como la movilidad como servicio, la gestión avanzada del tráfico y los sistemas de estacionamiento, las soluciones para compartir la carga y los nuevos conceptos de transporte sobre dos o tres ruedas.
Pautas principales del cambio hacia la movilidad eléctrica
La oportunidad actual de transformar la forma en que nos movemos resulta fundamentalmente de los cambios en tres áreas principales: regulación, comportamiento del consumidor y tecnología y por supuesto, la electrificación, que es la base de la movilidad eléctrica.
Regulación
Los gobiernos y las ciudades han introducido regulaciones e incentivos para acelerar el cambio hacia la movilidad eléctrica y sostenible. Los reguladores de todo el mundo están definiendo objetivos de emisiones más estrictos.
La Unión Europea presentó su programa ‘Fit for 55’, que busca alinear las políticas climáticas, energéticas, uso de la tierra, transporte e impuestos para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030. Y la administración Biden introdujo un objetivo de 50% de vehículos eléctricos (EV) para 2030. Más allá de tales mandatos, la mayoría de los gobiernos también están ofreciendo subsidios para vehículos eléctricos.
Las ciudades están trabajando para reducir el uso del vehículo privado y la congestión, ofreciendo un mayor apoyo a modos de movilidad alternativos como las bicicletas. París anunció que invertirá más de 300 millones de euros para actualizar su red de bicicletas y convertir 50 kilómetros de carriles para automóviles en carriles para bicicletas. En una clara apuesta por la movilidad eléctrica y sostenible.
Muchas áreas urbanas también están implementando regulaciones de acceso para los coches. De hecho, más de 150 ciudades en Europa ya han creado regulaciones de acceso para emergencias de bajas emisiones y contaminación.
Comportamiento del consumidor
El comportamiento y la conciencia del consumidor están cambiando a medida que más personas aceptan modos de movilidad eléctrica alternativos y sostenibles. Los viajes al centro de la ciudad con bicicletas compartidas y e-scooters han aumentado un 60% año tras año.
Y la última encuesta de consumidores de McKinsey sugiere que el uso promedio de bicicletas (compartidas y privadas) puede aumentar más del 10% en el mundo posterior a la pandemia en comparación con los niveles anteriores a la pandemia.
Además, los consumidores están cada vez más abiertos a las opciones de movilidad eléctrica compartida. Más del 20% de los alemanes encuestados dicen que ya utilizan servicios de viajes compartidos (el 6% lo hace al menos una vez por semana), lo que puede ayudar a reducir los kilómetros recorridos por los vehículos y las emisiones.
Tecnología
Los actores de la industria están acelerando la velocidad de la innovación de la tecnología automotriz a medida que desarrollan nuevos conceptos de movilidad eléctrica, conectada, autónoma y compartida.
La industria ha atraído más de 400 mil millones de euros en inversiones en la última década, con aproximadamente 100 mil millones desde principios de 2020. Todo este dinero se dirige a empresas y nuevas empresas que trabajan en la electrificación de la movilidad, la conexión de vehículos y la tecnología de conducción autónoma. Tales innovaciones tecnológicas ayudarán a reducir los costes de los vehículos eléctricos. Aunque la tendencia es que ayuden a que la movilidad eléctrica compartida sea una alternativa real a poseer un coche.
Electrificación
La electrificación desempeñará un papel importante en la transformación de la industria de la movilidad y presenta grandes oportunidades en todos los segmentos de vehículos, aunque el ritmo y el alcance del cambio serán diferentes. Para garantizar la adopción rápida y generalizada de la movilidad eléctrica, el lanzamiento de nuevos vehículos eléctricos en el mercado es un primer paso importante.
Además, todo el ecosistema de movilidad debe trabajar para que la transformación sea exitosa, desde fabricantes y proveedores de vehículos eléctricos hasta financiadores, distribuidores, proveedores de energía y operadores de estaciones de carga, por nombrar solo algunos.
El futuro de los trenes motores de vehículos de pasajeros es eléctrico
El punto de inflexión en la adopción de vehículos eléctricos de pasajeros se produjo en la segunda mitad de 2020, cuando las ventas y la penetración de vehículos eléctricos se aceleraron en los principales mercados a pesar de la crisis económica causada por la pandemia del Covid-19.
Europa encabezó este desarrollo, donde la adopción de vehículos eléctricos alcanzó el 8% debido a mandatos políticos como objetivos de emisiones más estrictos para los OEM (Original Equipment Manufacturer) y generosos subsidios para los consumidores.
En 2021, las discusiones se han centrado en la fecha de finalización de las ventas de vehículos con motor de combustión interna (ICE – Internal Combustion Engine). Los nuevos objetivos regulatorios en la Unión Europea y los Estados Unidos ahora apuntan a una participación de EV de al menos el 50% para 2030. Y varios países han anunciado plazos acelerados para las prohibiciones de ventas de ICE en 2030 ó 2035.