Aunque el mundo parece haberlo olvidado, el primer coche eléctrico solar tuvo su origen en Latinoamérica. Fue creado hace medio siglo y su historia es apasionante. Conceptualmente, los automóviles solares son vehículos que funcionan con un motor eléctrico que recibe energía a través de paneles solares fotovoltaicos (PVC) instalados en la superficie del coche.
Con su instauración se pretende bajar la dependencia que tiene el ser humano a otros combustibles fósiles, como la gasolina o el diésel. Dejando estos combustibles de lado bajan las emisiones contaminantes difundidas a la Tierra. El funcionamiento de los modelos solares no dista demasiado del de los vehículos eléctricos. De hecho, la mayor diferencia es la manera en la que consiguen la energía.
Algunos historiadores datan el inicio de los automóviles solares al año 1982, cuando Hans Tholstrup y el piloto de carreras Larry Perkins construyeron el BP Quiet Achiever. Su invento reportó una velocidad promedio de 23 km/h y rozó los 4000 kilómetros en 20 días. Aunque su aporte fue importante para el sector, existe una historia que antecede a este acontecimiento y supuso un punto de inflexión para la industria automotriz.
El primer coche eléctrico y solar tiene su origen en Argentina
Ariel Rietti creó en 1977 un coche eléctrico que se activaba con la energía del Sol. Fue el primero de su categoría en Sudamérica y dejó sin palabras tanto a celebrities de aquella época como vecinos de la zona. Su despliegue tuvo lugar en el barrio Almagro, de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
La presentación del primer coche eléctrico y solar se dio en una tarde de octubre de 1977, por la calle Lezica del barrio porteño. Los vecinos miraban fijamente esta creación con grandes paneles solares en la parte superior. Una imagen que desencadenó el furor por la calle Medrano.
Lejos de conservar un perfil bajo, Ariel Ciro Rietti, su creador y pionero de la energía solar en Argentina, iba al volante. La popularidad que cosechó con su modelo automovilístico lo llevó a recorrer varios medios de comunicación, donde lo apodaron “Señor del Sol”.
La fama de su invento llegó tan lejos que el mismísimo Jorge Luis Borges quiso dar un paseo. Un relato que seguramente sirvió de inspiración para la posterior elaboración del coche solar familiar Stella Lux, creado por estudiantes holandeses.
¿Cómo era el primer coche eléctrico y solar?
“Rietti fue el primero en aplicar en un coche eléctrico baterías que habían sido alimentadas por energía solar. Fue pionero en América del Sur y de Argentina, no hay duda”, dijo ante La Nación Eduardo Fernández, director del Foro Argentino de Inventores y de la Escuela Argentina de Inventores.
Fernández entrevistó en varias oportunidades del “Señor del Sol”. Cabe destacar que el primer coche eléctrico y solar que conquistó a millones de personas en realidad se trataba de un prototipo. Fue confeccionado con el chasis de un Citroën 3 CV y no tenía carrocería.
Asimismo, unos caños metálicos sostenían los paneles con celdas de silicio en la parte superior. Delante se veía el discreto motor del vehículo mientras en la parte trasera se disponían baterías eléctricas.
Según reveló Fernández, estas se cargaban con anterioridad con la energía del Sol. Una carga “rudimentaria” que tardaba entre “dos y tres días” en completarse.
“Los paneles él los puso para hacer más vistoso el vehículo, pero no eran de uso directo, que los pongo, cargo el Sol y andó. No. Los ponía de adorno, porque el auto andaba con la batería”, explicó el director del Foro de Inventores.
Primer coche eléctrico y solar: adelantado para la época, pero no lo suficiente
Aunque reconoció la inteligencia mostrada por Rietti, junto una increíble capacidad de trabajo, no considera del todo un inventor porque “no patentó nada”. Advirtió que más bien era una persona con un hobbie, “alguien a quien le gustaba ver cosas y replicarlas”.
Era lector de la revista Lupin, una publicación de los ‘60 y ‘70 que combinaba historietas con una copia criolla de la mecánica popular. “Ahí él vio la existencia de autos eléctricos con fuentes solares en los Estados Unidos, tomó eso y lo replicó”, expresó.
Aun así, reconoció que “tiene su mérito, porque lo hizo andar y fue el primero en Sudamérica”. En el contexto actual, los usuarios demandan un coche eléctrico funcional y eficiente. Si bien su prototipo logró funcionar, sus largos periodos de carga hoy no serían viables. Lo más parecido que se ha logrado hasta ahora ha sido la concreción de este vehículo solar en California.