La gripe aviar, también conocida como influenza aviar, es una enfermedad infecciosa causada por virus de la influenza que afectan principalmente a las aves, tanto domésticas como silvestres. Esta enfermedad puede variar en severidad, desde infecciones leves hasta brotes altamente mortales.
La transmisión del virus ocurre principalmente a través del contacto directo con aves infectadas, excrementos, o superficies contaminadas. Por eso, en Cantabria están en alerta por un nuevo brote que se acaba de producir en la vecina Bizkaia.
La gripe aviar que viene de tierras vizcaínas
El Gobierno cántabro ha pedido extremar las precauciones en cuanto al contacto directo e indirecto con aves silvestres y reforzar la vigilancia de explotaciones avícolas ante la confirmación de un foco de gripe aviar en Bizkaia, aunque por el momento no se ha detectado ningún caso en Cantabria. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha comunicado a Cantabria la declaración como zona de riesgo por gripe aviar de los municipios del entorno del parque natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel.
La consejera cántabra de Ganadería, María Jesús Susinos, lo ha anunciado en una visita a la localidad de Entrambasaguas (Campoo de Suso), donde ha pedido reforzar las medidas de bioseguridad en las explotaciones agrícolas, ante la confirmación de casos de virus Influenza Aviar alta patogenicidad (gripe aviar) en gaviotas patiamarillas en los municipios vascos de Santurtzi y Erandio.
«Se nos ha confirmado que en Cantabria no hay ningún caso de gripe aviar, pero sí que pedimos que se refuercen estas medidas de bioseguridad», ha subrayado. El Ministerio ha diferenciado dos zonas en Cantabria: una de especial riesgo y otra de especial vigilancia.
Ampuero, Argoños, Arnuero, Bárcena de Cicero, Bareyo, Colindres, Escalante, Hazas de Cesto, Laredo, Liendo, Liendo, Limpias, Meruelo, Noja, Rasines, Santoña, Solórzano y Voto son los municipios de riesgo, mientras que los ayuntamientos de Astillero, Camargo, Campoo de Yuso, Comillas, Campoo de Enmedio, Marina de Cudeyo, Reinosa, Ribamontán al Mar, Rozas de Valdearroyo, San Vicente de la Barquera, Santander, Udías, Val de San Vicente y Valdáliga estarán bajo vigilancia.
La consejera ha recordado el protocolo que recoge las medidas, como evitar el contacto con aves silvestres y reforzar la vigilancia pasiva, tanto en explotaciones avícolas como en aves silvestres, notificando de forma inmediata a los servicios veterinarios oficiales, en el caso de Cantabria, la Oficina Comarcal Agraria de Gama, cualquier sospecha de enfermedad.
En caso de que un ciudadano se encuentre con un ave muerta o moribunda, el Gobierno regional solicita que llame al 112 o a la guardería de Montes del Ejecutivo de Cantabria, y que no establezca contacto físico con el animal.
En resumen, la gripe aviar representa un desafío importante para la salud animal y la economía agrícola, además de ser un tema de interés para la salud pública global. La vigilancia constante y las estrategias de control son esenciales para prevenir su propagación y reducir el riesgo de transmisión a humanos. EFE / ECOticias.com