La rápida y sorprendente evolución de las abejas. Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad Estatal de Washington proporciona una estimación mejorada de cuándo y dónde evolucionaron las abejas por primera vez. Él reconstruyó la historia evolutiva de estos laboriosos insectos. Además, estimó su antigüedad e identificó su probable expansión geográfica alrededor del mundo.
Los resultados indican que su punto de origen estaba en el oeste de Gondwana. Este era un antiguo supercontinente que en ese momento incluía las masas continentales de lo que a día de hoy constituye África y América del Sur.
La evolución de las abejas ha sido un rompecabezas para muchos científicos y durante bastante tiempo. Esto lo explicó Silas Bossert, profesor asistente del Departamento de Entomología de WSU. Él fue quien codirigió el proyecto con Eduardo Almeida, profesor asociado de la Universidad de São Paulo, Brasil.
Colaboración mundial
Trabajando con un equipo global, el equipo de Bossert y Almeida secuenció y comparó genes de más de 200 especies de abejas. Luego las cotejaron con rasgos de 185 fósiles de abejas diferentes. Así como con especies extintas.
Los científicos analizaron cientos a miles de genes a la vez para asegurarse de que las relaciones que infirieran fuesen las correctas. De esta forma lograron desentrañar la historia evolutiva y los modelos genealógicos de la distribución histórica de las abejas. En el que puede constituir el estudio genómico más amplio centrado en las abejas hasta la fecha.
«Esta es la primera vez que tenemos datos amplios a escala del genoma para las siete familias de abejas que hay en el mundo». Esto lo dijo la coautora Elizabeth Murray, profesora asistente de entomología de WSU.

CRÉDITO
Laboratorio Silas Bossert/WSU
Surgieron en el hemisferio sur
Investigaciones anteriores establecieron que las primeras abejas probablemente evolucionaron a partir de avispas. Y pasaron de ser depredadoras a recolectores de néctar y polen. Este estudio muestra que surgieron en regiones áridas del oeste de Gondwana durante el período Cretácico temprano. Es decir, que proceden del hemisferio sur.
Los investigadores encontraron evidencia de que a medida que se formaban los nuevos continentes, las abejas se movían hacia el norte, diversificándose y propagándose. Y que lo hicieron en asociación paralela con las angiospermas, es decir, las plantas con flores.
Más tarde, colonizaron India y Australia. Todas las principales familias de abejas parecieron separarse antes de los albores del período Terciario. Hace de ello 65 millones de años. Y casi coincidiendo con la era en la que se extinguieron los dinosaurios.
Las regiones tropicales del hemisferio occidental tienen una flora excepcionalmente rica. Y esa biodiversidad vegetal puede deberse a su larga asociación con las abejas, señalaron los autores. Una cuarta parte de todas las plantas con flores pertenecen a la gran y diversa familia de las rosáceas. Que constituyen una parte importante de las plantas hospedantes tropicales y templadas para las abejas. La rápida y sorprendente evolución de las abejas.
Acerca del estudio
Los colaboradores adicionales incluyeron a Felipe Freitas, Universidad Estatal de Washington; Bryan Danforth, Universidad de Cornell; Charles Davis, Universidad de Harvard; Bonnie Blaimer, Tamara Spasojevic y Seán Brady, Institución Smithsonian; Patrícia Ströher y Marcio Pie, Universidad Federal de Paraná, Brasil; Michael Orr, Museo Estatal de Historia Natural, Stuttgart; Laurence Packer, Universidad de York; Michael Kuhlmann, Universidad de Kiel; y Michael G. Branstetter, Departamento de Agricultura de EEUU. El artículo se publicó en Current Biology.

















