La población de lince ibérico continúa expandiéndose, tanto numérica como territorialmente en gran parte de España. Ya son 17 las áreas geográficas distintas donde la especie no solo se ha asentado, sino que en ellas, se reproduce y prospera.
La tendencia de la población es positiva y continua desde 2015, lo que permite afianzar la reducción del riesgo de extinción de esta especie, que pasó de tener algo más de 90 ejemplares cuando comenzaron los trabajos de recuperación de la especie, a superar los 2400.
Extremadura es buen ejemplo del trabajo que se ha llevado a cabo con el fin de que la especie se reintrodujera y se asentara. Pero los resultados no solo son alentadores, sino que superan las expectativas.
El lince ibérico en Extremadura
Diez años después del inicio del ambicioso programa de reintroducción del lince ibérico en Extremadura, los resultados son «alentadores», ya que la población ha alcanzado los 164 ejemplares, incluyendo 28 hembras reproductoras.
Así consta en un estudio científico basado en modelos poblacionales integrados (IPM en su acrónimo en inglés) liderado por el investigador José Jiménez, del Grupo de Investigación en Ecología y Gestión de Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC, UCLM, JCCM), que se ha publicado en la revista científica Journal of Applied Ecology.
La reintroducción es una herramienta de gestión ampliamente utilizada para restaurar poblaciones de fauna silvestre con problemas graves de conservación, con el objetivo de crear poblaciones funcionales y autosuficientes.
No obstante, evaluar el éxito o el fracaso de estos programas requiere un conocimiento profundo de la dinámica de la población reintroducida. El lince ibérico (Lynx pardinus), una especie emblemática en el ámbito de la conservación de la fauna silvestre en España, ejemplifica el valor de las iniciativas de reintroducción. Al borde de la extinción hace 25 años, esta especie se ha recuperado gracias a una gestión de conservación intensiva.
«Sin embargo, la demografía que subyace en la dinámica de las poblaciones reintroducidas sigue siendo poco conocida, lo que complica las decisiones de gestión futuras», han indicado los técnicos del IREC. Así, un análisis de viabilidad de la población basado en modelos poblacionales integrados identifica la supervivencia adulta y la reproducción como los principales impulsores del crecimiento poblacional del lince ibérico en Extremadura, marcando un hito en la conservación de la especie.
Los programas de reintroducción son eficaces
El estudio incluye análisis retrospectivos y prospectivos para identificar los factores demográficos que impulsan el crecimiento de la población de lince ibérico en Extremadura y para evaluar los escenarios de gestión, utilizando un análisis de viabilidad de la población (PVA) basado en IPM.
De esta forma, el lince ibérico, considerado el felino más amenazado del mundo hace apenas dos décadas, ha logrado establecer una población autosuficiente en la región extremeña «gracias a un esfuerzo coordinado de conservación que incluyó cría en cautividad, liberaciones controladas y seguimiento intensivo».
A través de datos obtenidos en campo utilizando cámaras trampa y radiomarcaje, y mediante un modelo poblacional integrado, que es una herramienta compleja de análisis demográfico, se analizaron las características de la población de lince reintroducida en Extremadura. El estudio, que abarca el periodo 2014-2024, identifica la supervivencia adulta y la reproducción como los principales impulsores del crecimiento poblacional.
Sin embargo, advierte sobre un fenómeno preocupante: la creciente mortalidad por atropello, especialmente en hembras subadultas que se dispersan en busca de nuevos territorios con suficiente densidad de conejos, su presa principal. Esta mortalidad, que ha aumentado inusualmente al saturarse los territorios disponibles para el lince, podría constituir un factor limitante en el futuro si no se toman medidas.
Los investigadores proponen dos estrategias clave para asegurar la viabilidad a largo plazo: ampliar el hábitat disponible (favoreciendo el conejo de monte) para facilitar la expansión territorial del lince, y reducir los atropellos mediante pasos de fauna y otras mejoras viales. La combinación de ambas medidas podría elevar el número de hembras reproductoras en los próximos 15 años. EFE / ECOticias.com