La ciencia ha explicado claramente que para que el lobo se pueda considerar ‘fuera de peligro’ en nuestro país deben haber al menos 500 manadas. Si hay únicamente 300 según el último censo, todo lo que se diga para defender la caza del lobo no está avalado por los expertos.
Mientras que en Galicia hay una sentencia que no permite mas ‘extracciones’, en Cantabria siguen cayendo ejemplares (ya van 21) con el visto bueno del gobierno cántabro, que además defiende esta práctica y la justifica con excusas peregrinas y sin aval técnico, científico ni profesional.
Matanza indiscriminada de lobos en Cantabria
Según el Gobierno de Cantabria, los 41 lobos condenados a morir en un año representan un 20 % de la población, al asumir una media de 9 lobos por manada —una cifra que la mayoría de la literatura científica rebaja, al menos, a 7 lobos— y un total de 23 manadas. Sin embargo, según el censo oficial de Cantabria, el 40 % de las manadas detectadas son compartidas con comunidades vecinas y, de hecho, en cinco de ellas los cachorros se encontraron en Castilla y León.
Este doble conteo con regiones vecinas, a la hora de fijar los cupos, implicaría tasas de mortalidad superiores al 20 %, lo que podría provocar el declive de la población en Cantabria. Así lo advierte el informe científico “El lobo en España”, elaborado por dos reconocidos especialistas en la especie y publicado por WWF.
Además, se están matando ejemplares adultos (incluyendo hembras reproductoras) antes de que las manadas completen su ciclo reproductor, por lo que el impacto será mucho mayor y el porcentaje muchos más elevado del estimado.
En el informe advierten que no existen datos sobre el número de lobos que muere por otras causas —como atropellos o furtivismo—, pues aunque se recogen datos esporádicos, para tener estimaciones fiables es necesario el radio-seguimiento de ejemplares.
El doble conteo de las manadas compartidas a la hora de establecer cupos de caza y control y el desconocimiento de otras causas de mortalidad pueden tener un impacto sobre la población de lobos muy superior al que algunas administraciones han anunciado, según destaca el informe, en referencia a Cantabria.
Los lobos están en declive: no se pueden matar
Por eso alertan de que este impacto insostenible es incompatible con el mantenimiento de la población en un estado de conservación favorable, una obligación legal recogida en la Directiva de Hábitats de la Unión Europea para todas las especies protegidas por el Anexo V, entre las que se incluye el lobo en Cantabria.
Además, tal y como el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea ha dejado muy claro, no se pueden aplicar medidas de control a poblaciones, cuyo estado de conservación es desfavorable, como ocurre actualmente en España.
El Gobierno de Cantabria ha declarado una guerra sin cuartel contra el lobo, matando hembras en pleno periodo de cría, utilizando silenciadores o visores térmicos, sin ningún tipo de sensibilidad por la naturaleza. Además, la política de Cantabria es incompatible con la conservación de la especie, por lo que se segurán agotando todas las vías legales para detener estas matanzas.
Cantabria es una de las regiones de España que menos trabaja por la coexistencia entre el lobo y la ganadería extensiva, con un apoyo totalmente insuficiente para la aplicación de medidas preventivas. Por el contrario, las indemnizaciones por ataques de lobo están entre las más generosas del país, se pagan con rapidez y cubren conceptos como el lucro cesante o los gastos veterinarios, aunque su cobro no está vinculado de ninguna manera a la aplicación de medidas de protección del ganado.
Los lobos que se exterminan en Cantabria se escogen al azar, por lo que es absolutamente imposible que se justifique su muerte con la excusa de que atacan al ganado, cuando es evidente que no se están preocupando en absoluto por practicar algún tipo de coexistencia. Aquí solo ganan los que matan y los que reciben suculentas subvenciones, el lobo tiene todas las de perder. ECOticias.com