El colorido rosado de las plumas de los flamencos se debe a su alimentación en el agua salobre. Nos encontramos ante un ave de gran tamaño y peculiar aspecto, siendo la más espectacular de las que habitan en nuestros humedales. El flamenco tiene la capacidad de dormir sobre una pata y realizan gestos que a los humanos nos parecen muy divertidos para comunicarse entre ellos.
El Phoenicopterus, o popularmente conocido como flamenco, es característico por su gran tamaño y peculiar aspecto que lo convierte en el ave acuática más espectacular que vive en nuestros humedales. En este sentido, lo habitual es que supere de manera holgada el metro de altura.
Perteneciente al género de aves neognatas de la familia Phoenicopteridae, estamos ante una de las más hermosas que existen en el mundo, pero también de las más peculiares. Cabe destacar, el tamaño de sus largas patas y del cuello, con 19 vértebras cervicales.
Más flamencos en Fuente de Piedra
Las lluvias no habían sido tan fructíferas desde 2019 en Fuente de Piedra (Málaga). Pese a que el invierno fuera seco y la laguna estuviera en un nivel bajo, las precipitaciones de esta primavera han cambiado el paisaje, y este resurgir hídrico ha propiciado el regreso de miles de flamencos y la instalación de una nueva colonia en el islote central de esta reserva. En marzo, Fuente de Piedra alcanzó los 53 centímetros de nivel.
Este humedal, que es el segundo más extenso de la Península Ibérica, se caracteriza por ser somero, dado que la mayoría de los años su nivel no supera los 50 centímetros. Además, tal y como ha informado la Junta, con la llegada del verano tiende a secarse.
No es novedad que estas aves hayan llegado a esta laguna, porque es «común», tal y como indica África Lupión, la directora de esta reserva natural. «Este es un lugar de nidificación y de reproducción», expone a RTVE.es. Lupión explica que desde febrero los flamencos «suelen prospectar la laguna» para observar así que esta esté en un estado óptimo que posibilite la cría.
Desde que se tienen registros, los flamencos han nidificado en Fuente de Piedra en 35 de los últimos 41 años y más de 230.000 pollos han nacido en este entorno, lo que ha llevado a consolidar esta localidad como la más importante de España para la reproducción de esta especie.
De manera específica, en esta reserva natural habita el flamenco común. La directora de la Laguna Fuente de Piedra expone que su nombre se debe «al movimiento que hacen con las patas para remover el fango», que compara con el de «un bailar flamenco».
«Son aves filtradoras que se alimentan de pequeños microorganismos que viven en el agua», añade. Para movilizar dichos microorganismos del sedimento, Lupión aclara que «remueven el suelo con las patas y hacen como una especie de zapateo». Según estima Lupión, en la Laguna Fuente de Piedra hay actualmente «más de 15.000 flamencos», aunque resalta que todavía «no se ha cuantificado el número de parejas». «Es pronto para ello», insiste.
Buenas condiciones hídricas = más flamencos
La directora de la reserva natural de la Laguna Fuente de Piedra sostiene que este es también «un sitio de invernada» en caso de que en esta estación la laguna «tiene agua suficiente». «Podemos observar flamencos casi todos los meses del año, dependiendo de las condiciones hídricas», expresa Lupión.
Asimismo, incide en que estas aves están bien protegidas porque no hay entradas indebidas en la reserva. «Mucha gente quiere ver los flamencos más de cerca, pero no es posible», declara. El lugar en que habitan los flamencos está alejado de cualquier presencia humana, por lo que estas aves se sienten protegidas y lo sienten también para sus nidos.
No solo habitan flamencos en esta laguna y en sus humedales. Lupón explica que hay «otras especies coloniales que nidifican en islas», como pueden ser las pagazas piconegras o las gaviotas regidoras. Sin embargo, «su población es bastante inferior a la del flamenco», sostiene.
Esta ave está «ocupando casi todo el territorio disponible«, pero «es destacable el número de especies que se pueden ver en el conjunto del espacio natural», como patos, malvasías cabeciblancas y cercetas pardillas, señala.
Además, desde hace dos años no se ha producido ningún anidamiento de pollos, aunque este año sí que se espera que vuelva a hacerse de cara al verano, todo depende del número de nacimientos.