La vacunación de una mascota es una de las medidas de prevención más importantes para garantizar su salud y bienestar a lo largo de toda su vida. Tanto en perros como en gatos, las vacunas actúan estimulando el sistema inmunológico frente a virus y bacterias que pueden resultar graves o incluso mortales. Gracias a ellas, se reducen de forma drástica enfermedades como la rabia, el moquillo, la parvovirosis o la leucemia felina.
Además, como conoceremos ahora, proteger a la mascota mediante la vacunación no solo beneficia al animal en cuestión, sino también al entorno en el que vive. Muchas de las enfermedades que se previenen con las vacunas son altamente contagiosas, por lo que mantener al día el calendario vacunal contribuye a evitar brotes en comunidades de mascotas, protectoras, parques caninos y hasta en un espacio doméstico.
Cuidando de la salud de la mascota
A final de 2024 en España había unos 9,3 millones de perros y 1,6 millones de gatos en nuestros hogares, que en muchos casos son considerados miembros de la familia. La Ley de Bienestar Animal, aprobada en marzo de 2023, deja claro que nuestros amigos con patas son seres sintientes que merecen respeto y, por supuesto, todos los cuidados necesarios para una vida feliz.
¿Qué quiere decir esto? Que, si compartes tu hogar con un perro, un gato o cualquier otro animal de compañía, eres responsable de su bienestar, y eso incluye seguir las recomendaciones sobre vacunación para evitar enfermedades y mantener una convivencia saludable. Además, llevar al día el calendario de vacunaciones no solo protege a tu mascota, sino que también contribuye a la salud de todos y fortalece ese vínculo especial entre humanos y animales.
Los motivos por los que es esencial vacunar a la mascota
La Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA) actualizó en 2024 su documento de pautas sobre vacunación de perros y gatos. No obstante, las directrices pretenden ofrecer una orientación amplia a los veterinarios para la toma de decisiones, pero no describen normas de atención obligatorias o mínimas. Estas pautas pueden ser utilizadas por asociaciones veterinarias nacionales y regionales y por veterinarios individuales o consultas veterinarias para desarrollar sus propios calendarios de vacunación adecuados a sus propias condiciones locales.
Las vacunas se dividen en esenciales (obligatorias) y no esenciales (recomendables o complementarias), dependiendo de factores como la ubicación geográfica y el estilo de vida del animal. Las vacunas esenciales protegen contra enfermedades graves, potencialmente mortales y de fácil transmisión. El profesional podrá asesorar, además, sobre las vacunas no esenciales que podrían ser recomendables según las circunstancias específicas.
Además de cuidar a nuestras mascotas, la vacunación también ayuda a prevenir la transmisión de enfermedades a las personas. De ahí la importancia consultar con un veterinario para establecer un calendario de vacunación adecuado, considerando, entre otras cosas, la edad (en perros mayores o geriátricos, el veterinario puede ajustar la frecuencia de vacunación según su estado de salud y nivel de exposición a enfermedades), estado de salud, entorno y estilo de vida de cada mascota.
Vacunas esenciales en caso de que tengas perro
Es indispensable vacunar a tu perro contra:
- Moquillo canino (Distemper): Enfermedad viral que afecta al sistema respiratorio, gastrointestinal y nervioso.
- Parvovirus canino: Virus altamente contagioso que provoca gastroenteritis hemorrágica severa.
- Hepatitis infecciosa canina (Adenovirus tipo 1): Afecta al hígado, riñones y vasos sanguíneos.
- Leptospirosis: Enfermedad bacteriana que puede transmitirse a humanos; afecta principalmente a los riñones y el hígado.
- Rabia: Enfermedad viral mortal que puede transmitirse a humanos. La vacuna antirrábica es obligatoria en todas las comunidades autónomas, excepto -de momento- en Galicia, Asturias, País Vasco y Cataluña, con la salvedad de razas consideradas peligrosas y la multa por incumplimiento puede ser de varios miles de euros, según cada comunidad (desde 1.500 euros a 15.000). No obstante, la normativa puede cambiar. Se recomienda por tanto consultar con el colegio de veterinarios correspondiente o con las autoridades sanitarias locales para obtener información actualizada y precisa sobre la vacunación antirrábica en tu zona.
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Vacunas que son recomendables
- Prainfluenza (tos de las perreras): La parainfluenza es una de las causas de la tos de las perreras, una enfermedad respiratoria contagiosa entre perros. La vacuna, que se administra anualmente, combinada con las vacunas contra el parvovirus y moquillo canino.
- Bordetella (tos de las perreras): La bordetella bronchiseptica es otra bacteria que causa una variedad de tos de las perreras. Si tu perro pasa tiempo en guarderías, parques o eventos con otros perros, esta vacuna es altamente recomendada. Se administra cada seis meses o anualmente, según el riesgo.
- Leishmania (Enfermedad del mosquito): La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria grave transmitida por la picadura de flebótomos (mosquitos) infectados, que puede afectar tanto a perros como a humanos. Aunque es más común en regiones cálidas y húmedas, como el sur de Europa, es esencial proteger a los perros que viven o viajan a zonas endémicas. La vacuna contra la leishmania no garantiza una inmunidad total, pero reduce significativamente el riesgo de infección y la gravedad de los síntomas en caso de contagio. Por lo general, la vacuna se administra en una serie de dosis iniciales, seguida de refuerzos anuales.
Calendario de vacunación
- 6-8 semanas: Primera dosis de moquillo, parvovirus, hepatitis y parainfluenza.
- 10-12 semanas: Segunda dosis de las mismas vacunas y primera dosis de leptospira.
- 14-16 semanas: Tercera dosis de moquillo, parvovirus, hepatitis, parainfluenza y rabia. Segunda dosis de Leptospira, es posible aplicar una 4ª dosis.
- 15- 18 semanas: Vacuna contra la rabia.
- 6 meses: Vacuna contra la leishmania en zonas endémicas.
- Anualmente: Refuerzos de todas las vacunas esenciales y recomendadas según el riesgo de exposición y dependiendo del protocolo autonómico.
Vacunas esenciales para gatos
Debes vacunar a tu felino contra:
- Panleucopenia felina (Parvovirus felino): Enfermedad viral que causa síntomas gastrointestinales graves.
Rinotraqueítis viral felina (Herpesvirus felino-1): Afecta al sistema respiratorio superior. - Calicivirus felino: Provoca infecciones respiratorias y úlceras orales.
- Leucemia felina (FeLV): Enfermedad viral que afecta al sistema inmunológico y es altamente contagiosa entre gatos.
- Rabia: Al igual que en perros, la vacuna contra la rabia es obligatoria en la mayoría de las comunidades autónomas, con excepciones como Cataluña y Galicia, donde aún no es un requisito legal.
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Vacunas recomendadas para gatos
Es recomendable incluir la vacuna contra:
- La leucemia felina (FeLV): La leucemia felina es una enfermedad viral que afecta el sistema inmunológico de los gatos. Se recomienda especialmente para aquellos gatos que pasan tiempo al aire libre o que viven con otros gatos, es necesario hacer un test antes de la vacunación para comprobar que el virus no está presente. La vacuna se administra en dos dosis iniciales y luego anualmente.
- Bordetella: Aunque menos común en gatos, la bordetella bronchiseptica también puede causar problemas respiratorios. La vacunación se recomienda en lugares donde los gatos están en contacto cercano, como refugios o guarderías.
Calendario de vacunación para gatos
- 6-8 semanas: Primera dosis de panleucopenia, rinotraqueítis y calicivirus.
- 10-12 semanas: Segunda dosis de las mismas vacunas y primera dosis de Leucemia felina.
- 14-16 semanas: Tercera dosis de panleucopenia, rinotraqueítis, calicivirus y rabia. Segunda dosis de Leucemia felina.
- Anualmente: Refuerzos de todas las vacunas esenciales y recomendadas según el riesgo de exposición.
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Preguntas frecuentes sobre las vacunas
¿Qué pasa si decido no vacunar a mi mascota?
No vacunar a tu mascota aumenta significativamente su riesgo de contraer enfermedades infecciosas graves, algunas de las cuales pueden ser mortales o causar complicaciones serias. Por ejemplo, en perros, la falta de vacunación los expone al parvovirus, moquillo o leptospirosis, mientras que, en gatos, pueden verse afectados por la panleucopenia o infecciones respiratorias. Además, ciertas enfermedades son zoonóticas, lo que significa que pueden transmitirse a humanos, representando un riesgo para la salud pública.
El incumplimiento del calendario de vacunación también debilita la inmunidad de grupo, facilitando la propagación de brotes en la comunidad y aumentando el costo y la dificultad del tratamiento en caso de enfermedad. En definitiva, no vacunar a tu mascota no solo compromete su bienestar, sino también la salud de otros animales y de las personas, haciendo que la vacunación sea una medida esencial de prevención.
¿Cómo afectan las tendencias anti-vacunas a la vacunación de mascotas?
Las tendencias anti-vacunas en humanos pueden influir en la percepción de la vacunación en mascotas, ya que algunos dueños que desconfían de las vacunas para sí mismos extienden esa duda a sus animales. Por ello, nos ha parecido interesante puntualizar la importancia de reforzar la educación y la comunicación basada en evidencia para contrarrestar estos movimientos y garantizar la salud de todos. Seguir esta tendencia anti-vacunas puede significar una reducción de la cobertura vacunal, la propagación de información errónea, desconfianza en las instituciones e impacto en enfermedades zoonóticas.
¿Cómo hacer que mi mascota no tenga miedo ante la vacunación?
- Mantén la calma: Tu mascota percibe tu estado emocional. Si estás nervioso, probablemente también lo estará ella.
- Evita el estrés previo: no la bañes ni la sometas a actividades que la alteren el mismo día.
- Llévala en ayunas si es necesario. Consulta antes con tu veterinario, ya que a veces se recomienda acudir sin comida, sobre todo si puede haber pruebas o si se marea en el coche.
- Llévale su manta o juguete favorito: el olor familiar la tranquiliza y le da sensación de seguridad.
- Premios y caricias: refuerza su buen comportamiento con snacks o elogios durante y después de la consulta.
- Visitas de socialización (si es posible): Llevar a tu mascota al veterinario alguna vez sin que se le haga nada doloroso ayuda a que no asocie la clínica solo con pinchazos.
- Habla con el veterinario.
¿Qué efectos secundarios puede tener mi mascota tras la vacunación?
Lo más habitual es que presente efectos secundarios leves y temporales, pero, en ocasiones, puede ocurrir que haya reacciones alérgicas más graves, como dificultad para respirar, hinchazón en la cara o el cuello, o colapso. Si observas estos signos o cualquier otro comportamiento anormal persistente, es fundamental que contactes de inmediato con tu veterinario. No obstante, entre las reacciones más comunes, pero no peligrosas se encuentran:
- Letargo o fatiga: Tu mascota puede estar un poco más tranquila o somnolienta de lo normal durante uno o dos días.
- Fiebre leve: Es posible que tenga una temperatura ligeramente elevada.
- Reacciones locales: En el sitio de inyección pueden aparecer enrojecimiento, hinchazón o sensibilidad, lo que suele desaparecer en poco tiempo.
- Malestar gastrointestinal: Algunos animales pueden mostrar pérdida de apetito, vómitos o diarrea de forma leve.
¿Qué vacunas debes poner para viajar con tu mascota al extranjero?
Si planeas viajar al extranjero con tu mascota, es esencial prepararte con antelación, ya que cada país tiene sus propios requisitos sanitarios. Te contamos los más comunes:
- Microchip obligatorio: En la mayoría de los países, tu mascota debe estar identificada con microchip antes de ser vacunada contra la rabia.
- Vacuna antirrábica al día: Es la vacuna más exigida internacionalmente. Muchos países requieren que se haya administrado al menos 21 días antes del viaje y que esté dentro del periodo de validez (normalmente 1 a 3 años).
- Pasaporte europeo para mascotas (si viajas desde España): Este documento oficial recoge los datos del animal, vacunas, microchip y revisiones sanitarias.
- Certificado de salud veterinario: Algunos destinos exigen un certificado reciente (emitido entre 3 y 10 días antes del viaje), firmado por un veterinario colegiado y validado por las autoridades sanitarias competentes (como la OCV o el Ministerio de Agricultura).
- Prueba de anticuerpos antirrábicos: Requerido por países como Reino Unido, Irlanda, Malta o Japón. Se realiza mediante análisis de sangre al menos 30 días después de la vacuna y debe cumplir un umbral mínimo.
- Desparasitación interna y externa: Algunos países (como Finlandia o Noruega) exigen tratamientos antiparasitarios específicos antes de la entrada.
- Consulta con tu veterinario y la embajada o consulado del país de destino: Así confirmarás los requisitos actualizados, ya que pueden variar según el destino, el tipo de mascota, el medio de transporte e incluso la época del año.
A todo esto y a modo de resumen, vacunar a una mascota supone una inversión económica pequeña si se compara con los costes de tratar una enfermedad grave. Las vacunas son seguras, están reguladas y se administran en un entorno controlado. En definitiva, mantener el calendario de vacunación al día es un acto de responsabilidad y amor hacia el animal, que asegura una vida más larga, sana y feliz. ECOticias.com