El Instituto para la Calidad Turística Española y la Sostenibilidad ha otorgado su ‘S’ de Sostenibilidad a un plan pionero y novedoso que implica a la hostelería de Málaga y que se basa en el aprovechamiento del excedente alimentario que tienen en este sector. Un programa con el que se mejora la nutrición y la situación de 40.000 personas de toda la provincia andaluza que están en riesgo de vulnerabilidad.
Esta iniciativa, que recibe el nombre de ‘Málaga no caduca’ recibe esta distinción gracias a la repercusión social y medioambiental del mismo. Se desarrollará, tras el verano, los próximos 5 años y cuenta con un presupuesto de 10 millones de euros.
Una partida presupuestaria con la que se acomete el aprovechamiento de excedentes alimentarios de hoteles, restaurantes y servicios de catering que luego son distribuidos entre familias vulnerables. Se evita el desperdicio de comida y además se favorece la inserción sociolaboral.
Distinción para el novedoso plan para aprovechar el excedente alimentario hostelero en Málaga
La pionera iniciativa para aprovechar los excedentes alimentarios de la hostelería de Málaga y mejorar la nutrición y situación de 40.000 personas de la provincia en situación de vulnerabilidad ha sido reconocida por el Instituto para la Calidad Turística Española y la Sostenibilidad con su ‘S’ de Sostenibilidad.
‘Málaga no caduca’, ese proyecto de la Diputación malagueña, ha recibido tal certificación de calidad por su repercusión social y medioambiental y el organismo provincial se convierte así en la primera institución pública supramunicipal en obtener este distintivo en España. El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha destacado que este proyecto en materia de innovación social se pondrá en marcha después del verano.
«Será el primer contrato de impacto social que se acometa en España, y su principal objetivo, pero no el único, es contribuir a paliar un problema social que debe hacer sonrojarnos a todos: el hecho de que cada año se tiren en la provincia decenas de miles de toneladas de alimentos que están en buen estado», ha subrayado.
El proyecto consiste en el aprovechamiento de excedentes alimentarios de hoteles, restaurantes y cáterin para su distribución entre familias vulnerables, evitando el desperdicio de alimentos y también se acometerán acciones para favorecer la inserción sociolaboral y actuaciones para luchar contra la soledad no deseada.
La Diputación va a destinar 10 millones de euros en cinco años para afrontar estas actuaciones y el modelo de contrato de impacto social supone que los inversores sociales asumen el riesgo financiero si los objetivos no se cumplen. El distintivo busca ayudar a los establecimientos, empresas y destinos de España en la integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Salado ha explicado que este certificado reconoce la importancia del proyecto, «sobre todo por la implantación que tiene el sector de la hostelería y la restauración en la provincia y por lo relevante que puede ser para cada una de las empresas de este sector contar con la ‘S’ de Sostenibilidad».
El Instituto para la Calidad Turística es un organismo español, privado, independiente, sin ánimo de lucro y reconocido en todo el ámbito nacional, formado por todas las asociaciones empresariales cuyo sector se certifica y por las tres administraciones, central (a través de la Secretaría de Estado), autonómica y local (mediante la Federación Española de Municipios y Provincias).
El presidente ha resaltado que ‘Málaga no caduca’ es la iniciativa «más ambiciosa puesta en marcha en la Diputación de Málaga desde el punto de vista social».
Cuatro objetivos de desarrollo sostenible para frenar el excedente alimentario
Tras una auditoría de Bureau Veritas, se ha acreditado que el proyecto cumple al menos cuatro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (dos medioambientales y dos sociales): el 1 (Fin de la Pobreza), el 2 (Hambre cero), el 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) y el 12 (Producción y consumo responsables).
Francisco Salado ha indicado que este proyecto de solidaridad alimentaria sitúa a la Diputación de Málaga como referente de innovación en el ámbito social con esta lucha contra el excedente alimentario.
Esta iniciativa ha recibido otros tres reconocimientos: esta misma semana se ha recogido el Premio Catalejo, galardón concedido por el Observatorio de Derechos Humanos de España, un premio de innovación en protección de la salud por parte de la Junta de Andalucía y se ha incluido en la base de datos Indigo de la Universidad de Oxford como una de las mejores prácticas en contratación pública de 40 países examinados. EFE / ECOticias.com