Universidad de Londres (Reino Unido), que reconocen que el problema de esta prueba es su tendencia a diagnosticar falsos positivos.
The Lancet, demostraron que el test DIY detecta más de cuatro veces los casos de cáncer de cérvix y más de tres veces las condiciones precancerosas -denominadas neoplasias cervicales intraepiteliales-, que pueden tratarse para prevenir esta enfermedad. Además, la respuesta frente al test casero fue mayor que a la citología, por lo que los investigadores sugieren que las mujeres podrían preferir esta prueba.
Según explica Attila Lorincz, que trabajó en el ensayo del test DIY, sus resultados demuestran «que las mujeres están contentas de realizarse este test y que es muy sensible detectando a aquellas en riesgo de desarrollar cáncer». El experto señala que «esta sensibilidad es vital para una mujer que sólo se realiza esta prueba una o dos veces en su vida.
PAÍSES POBRES
Esta prueba podría ayudar a cientos de mujeres que viven en países donde acceder a la citología es difícil o imposible, pero también a algunas mujeres de los países desarrollados, que no podrán o no pueden realizarse citologías y están descartadas para recibir la vacuna del VPH.
Las citologías son realizadas por una enfermera o un médico y comprobadas manualmente por un citólogo que emite un juicio tras examinar una muestra al microscopio. Sin embargo, el test DIY puede ser realizado por la mujer en su casa y la muestra es valorada por un sistema automático.
En los países desarrollados, los programas de cribado cervical se han desarrollado durante muchos años y, más recientemente, los programas de inmunización nacional que emplean vacunas de las farmacéuticas Merck y GlaxoSmithKline (GSK) se han lanzado para proteger a las niñas del VPH. «A diferencia de muchas formas de enfermedad, podemos realmente prevenir el cáncer de cérvix, pero sólo si las mujeres tienen acceso al screening o si las jóvenes son vacunadas contra el virus», afirma este investigador.
No obstante, los autores del estudio reconocen que este test tiene aún algunas limitaciones, como su tendencia a producir los denominados «falsos positivos», detectando problemas en las mujeres sanas, lo que supone una carga añadida para los sistemas de salud. Así, reclaman más investigaciones para solucionar este problema.
MUY COMÚN
El cáncer de cérvix es el segundo más común en las mujeres de todo el mundo, con cerca de 500.000 nuevos casos y de 250.000 muertes anuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Casi todos los cánceres de cérvix están relacionados con infecciones genitales con VPH, la infección viral más común del tracto reproductor. El cáncer de cérvix es más común y mortal en países donde las mujeres carecen de acceso a los programas de cribado, lo que significa que los casos suelen detectarse demasiado tarde para que funcionen los tratamientos.