El control de este robot, que pesa algo más de 204 kilos (aunque puede mover objetos hasta 5 veces más pesados), se realiza con un mando de +. Además, seis cámaras (situadas en el chasis, el brazo y la pinza) ayudan a su manejo. El funcionamiento se realiza gracias al software de la compañía, Aware 2.
El último robot de iRobot, iRobot 710 Warrior, es capaz de realizar empujar coches y moverse por los terrenos más complicados (además de subir escaleras) gracias a su cadena de oruga. Pero, por otro lado, también puede realizar tareas mucho más delicadas, como abrir la puerta de un maletero.
Por ello, este fue uno de los robots utilizados en la central nuclear de Fukushima. En concreto, se enviaron dos prototipos (todavía no se comercializaba), según informa Technology Review.
iRobot Warrior es sólo el más nuevo de los muchos modelos que tiene en el mercado esta empresa y que se pueden dedicar a tareas que van desde la desactivación de bombas hasta otras más ofensivas (en algunos casos pueden incluir armamento). Así, 510 Packbot, por ejemplo, está diseñado para ser transportado en una mochila.
Pero, curiosamente, iRobot también se dedica a la robótica aplicada al hogar. En los últimos años, la compañía ha lanzado una serie de aspiradores inteligentes que limpian la casa automáticamente.