Nunca antes se había logrado una partícula tan pequeña, de menos de un nanómetro (la millonésima parte de un milímetro)
Nanogap es la única compañía del mundo capaz de producir partículas subnanométricas metálicas a escala industrial.
Nunca antes se había logrado una partícula tan pequeña, de menos de un nanómetro (la millonésima parte de un milímetro), con fines comerciales. Y sus aplicaciones son múltiples, ya que permiten obtener superficies altamente higiénicas, desde material sanitario empleado en quirófanos hasta el suelo de los hospitales.
La ventaja que presentan estas partículas subnanométricas desarrolladas por Nanogap es que hace falta muy poca cantidad para conseguir las propiedades antimicrobianas. Son muy efectivas y no son tóxicas, a diferencia de otros productos que existen en el mercado.
Las propiedades antimicrobianas las convierte en aditivos adecuados para material biosanitario, como catéteres o sondas de temperatura, o para las pantallas táctiles de los equipos de cirugía. Pero también se emplean para repeler los microbios de las batas o las mascarillas. De hecho, la firma española está desarrollando un proyecto con otra empresa de Estados Unidos dirigida a la esterilización de las mascarillas médicas.
Existen otras aplicaciones más relacionadas con la vida cotidiana, como su recubrimiento en encimeras de cocina. La industria textil es otra de las susceptibles de aprovecharse de los beneficios de las partículas, que pueden aplicarse a la ropa deportiva, incluidos los calcetines, y a la ropa interior, ya que al eliminar los microorganismos desaparece el mal olor.
Nanogap ha desarrollado otro producto, las nanofibras de plata, que sólo fabrican a escala industrial otras cinco empresas en el mundo y que se usan como conductores transparentes en las pantallas de los teléfonos móviles, ordenadores o televisiones.