Imaginarium lanza la primera phablet que permite a los niños estar conectados, divertirse y aprender jugando con total seguridad.
Esta ‘phablet’ ha salido al mercado con un precio de 149 euros y se comercializa, según ha anunciado la compañía, con una línea de complementos y fundas.
Entre las características de este terminal caben destacar una pantalla 6 pulgadas con resolución de 854×480 píxeles, procesador Dual Core a 1GHz, 521 MB de RAM, memoria interna de 8 GB ampliables con tarjeta microSD, teléfono 3G libre, WiFi, GPS, Doble ranura SIM Card, puerto micro USB, y dos cámaras: la trasera de 5 megapíxeles con autoenfoque y flash y la frontal VGA y carcasa roja.
Sin embargo, lo que hace diferente a este dispositivo es que se ha convertido en el «primer ‘phablet’ del mercado que cuenta con un sistema de control parental ‘sencillo y efectivo’ en el que los padres pueden confiar».
En esta versión de MagicOS X, Imaginarium permite tres niveles diferentes de acceso al phablet para que los padres puedan controlar a sus hijos: sin restricciones, con seguridad y desactivado. En los tres casos, los padres pueden establecer perfiles y usos, así como programar los accesos a la web, las ‘apps’, los mensajes, vídeos, llamadas, las listas de contacto y tiempo de uso.
NATIVOS DIGITALES INMERSOS EN EL MUNDO DIGITAL
Esta iniciativa ha surgido después de que Imaginarium llegara a la conclusión de que los niños del siglo XXI son nativos digitales y crecen inmersos en un entorno digital. Por ello, la compañía ha pensado que «en el momento que los más pequeños deciden empezar a ser plenamente autónomos en el uso de la tecnología y la conectividad, tienen que hacerlo a través de dispositivos adecuados y adaptados a sus necesidades de comunicación, relación y muy especialmente de seguridad y control».
La directora de Marketing de Imaginarium, Natalia Chueca, considera que «el uso de la tecnología, y en particular de ‘smartphones’ por parte de los niños es un hecho en nuestra sociedad. Desde bebés se sienten atraídos por los de sus padres o familiares, con 5 o 6 años los manejan perfectamente y a partir de los 9 o 10 años comienzan a demandar el suyo propio». A su juicio, la seguridad y el tiempo de uso del ‘smartphone’ son cuestiones que inquietan a los padres en esta etapa.
EP – INNOVAticias