El joven equipo de bound4blue ha diseñado una embarcación que produce hidrógeno y oxígeno mediante electrólisis (descomposición del agua mediante una corriente eléctrica) y que podrá solucionar la dependencia económica de los combustibles fósiles.
Leonardo da Vinci dijo: «el agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza». Desde la compañía bound4blue seguro que piensan lo mismo. Nació como una empresa de I+D+i para desarrollar un producto basado en el hidrógeno, el elemento químico que puede desbancar al petróleo como principal fuente de energía, solo que este es completamente limpio.
El joven equipo de bound4blue, liderado por José Miguel Bermúdez, ingeniero aeronáutico y fundador de la compañía, ha diseñado una embarcación que produce hidrógeno y oxígeno mediante electrólisis (descomposición del agua mediante una corriente eléctrica) y que podrá solucionar la dependencia económica de los combustibles fósiles.
«Básicamente, todo gira en torno a la vela. Es una vela que puede cambiar su forma, que se puede orientar y, por tanto, en cada momento está optimizando de alguna forma la velocidad del viento que utiliza, la dirección y demás. La idea principal es utilizar esas velas (cinco o seis) que nos dan un gran empuje y son muy eficientes para impulsar al barco (un buque o un carguero de 130 metros de eslora) como un velero normal. Ese movimiento hay que canalizarlo y utilizarlo a través de unas turbinas sumergidas que hacen exactamente lo contrario que hace una hélice de barco normal.
Es decir, en vez de utilizar un motor diésel o un motor grande para mover la hélice y mover el barco, nosotros lo que hacemos es mover el barco con las velas y gracias a ese movimiento, y la corriente de agua que genera con las turbinas que están debajo, mover las hélices. Esa energía mecánica de rotación funcionará como si se tratara de un aerogenerador, pero en el agua. Además, esa necesidad de rotación hay que almacenarla de alguna forma a bordo, y ya que estamos rodeados de agua, de H2O, pues lo que nos parecía más óptimo, y de hecho es lo más eficiente, era utilizar el agua que teníamos alrededor. ¿Cómo? Por un proceso normal y corriente de electrólisis: separar hidrógeno por un lado y oxígeno por el otro, almacenarlo en tanques de alta presión a bordo, llegar a puerto, descargar y volver a empezar el proceso de nuevo», explicó.
Esta idea, dice Bermúdez, «nació en la universidad en el año 2007 cuando vimos cómo el hidrógeno iba ganando cada vez más espacio en el terreno energético. De hecho, seguramente será el sector energético por excelencia del futuro, así que nos centramos en producirlo pero de una forma que fuera por sistema móvil. Fuimos preparándolo, fuimos trabajándolo técnicamente hasta que hemos llegado al sistema que estamos proyectando y que estamos desarrollando hoy en día. Lo que era clave era el punto de la movilidad, sobre todo a nivel de eficiencia», aseguró.
Para él, una de las múltiples ventajas que tiene este proyecto es que, al ser móvil, se puede ir a buscar el viento, en vez de esperarlo. Por lo tanto, el porcentaje del tiempo que está funcionando es mucho más eficiente que, por ejemplo, los aerogeneradores. Según Bermúdez, los aerogeneradores no dejan de estar situados en un mismo lugar, pero su proyecto no: la embarcación puede moverse donde haya más viento.
«Nuestra idea, a día de hoy, es seguir centrados en el desarrollo de este proyecto y conseguir, poco a poco, llegar a un primer demostrador a escala. Crear un barco de 30 o 40 metros de eslora que demuestre que todo el sistema y toda la tecnología funciona como es debido», afirmó Bermúdez. Según el fundador de bound4blue, «después, ya veremos».