En 2009 Volkswagen lanzó una campaña llamada “The Fun Theory” basada en un principio: cambiar para bien. La idea era hacer las mismas cosas, pero de forma más divertida y funcionó, al punto de crear toda una corriente de pensamiento e innovaciones basada en ella.
Una teoría diferente
Todo comenzó con una campaña del tipo publicitario que Volkswagen encargó al grupo DDB Estocolmo, a quienes explicaron que su intención era inducir a las personas a que hicieran las cosas cotidianas pero de manera diferente, más creativa y especialmente, más divertida.
Recuerda divertirte
Se utilizó el llamado método del “marketing de guerrilla”, que muy básicamente explicado, consiste en utilizar los componentes naturales de un medio para, de alguna forma, modificarlos y transmitir el mensaje elegido.
Una vez que los elementos tecnológicos se planificaron, armaron y montaron, se pusieron cámaras de filmación en sitios estratégicos con el fin de registrar y monitorizar los resultados.
La primera iniciativa se llevó a cabo en el Metro de Estocolmo en donde las escaleras se acondicionaron de manera que cada escalón se viera y sonara como las teclas de un piano, de esa forma a cada paso se generaba música.
El resultado fue que antes del experimento, muy poca gente usaba otra cosa que no fueran las escaleras mecánicas y durante el transcurso del mismo, la mayoría eligió hacer un “esfuerzo musical” y hablamos de un 66 % de los usuarios.
El segundo paso del plan se dio en un gran parque público; mediante un sensor de movimiento que se colocó en una papelera, cada vez que una persona tiraba algo dentro, sonaba como si este cayera en una fosa de gran profundidad.
La primera reacción de los transeúntes fue de curiosidad, seguida de multitud de risas, pero el resultado final fue que al cabo de un día normal, esa papelera recibía apenas 41 kg de basura y en esa jornada se superaron los 70.
La tercera experiencia fue transformar un simple contenedor de botellas en un juego de Arcade, que mediante luces indicaba en qué receptáculo depositar las botellas y daba puntos por ello.
La comprobación que se hizo fue sorprendente: el contenedor que apenas era usado por 3 o 4 personas al día, en esa ocasión recibió a más de 100 donantes de envases, que se lo pasaron genial reciclando sus botellas en el transcurso de una sola noche.
Premios Fun Theory
Con el fin de incentivar las ideas innovadoras y amenas, en la web de The Fun Theory, personas de todo el mundo proponen anualmente una serie de tecnologías orientadas a inducir a la gente a que de una manera divertida, hagan lo correcto.
Los plazos de presentación culminan el 15/12 y hasta el 15/1 del año siguiente la votación esta abierta en la web. El premio final consiste en 2.500 dólares, el apoyo y la publicidad de parte de la web y la posibilidad de implementar su creación de manera rentable.
Un semáforo chistoso/informativo
¿Podemos lograr que más conductores respeten un semáforo en rojo si resulta divertido hacerlo? Este sistema de semáforos posee una pantalla que muestra datos interesantes o graciosos cuando la luz está en rojo. Es una forma sencilla de dar algo a la gente a cambio de obedecer las señales de tráfico.
Cinturón de seguridad con juego
¿Podemos animar a más personas a usar el cinturón de seguridad si resulta realmente divertido? Cuando la gente viaja en coche como acompañante, en un bus o en avión, a menudo quiere pasar el tiempo jugando o escuchando música. La idea de este invento es que sólo después de haberse puesto el cinturón de seguridad correctamente, pueda disfrutar de los entretenimientos que se le ofrecen.
La Lotería de la velocidad
Kevin Richardson es un norteamericano que pensó que si bien es habitual que se fotografíe a los infractores de velocidad y se les envíe una multa ¿qué pasa con aquellos que circulan a la velocidad correcta? La idea de Kevin fue usar un porcentaje de las multas por exceso velocidad para financiar una lotería.
Los datos de los vehículos cuyos conductores obedecieron la ley debían ser introducidos de forma automática en el sistema y con ello ganarían un billete de lotería gratuita.
El plan piloto que se hizo en una pequeña localidad de EEUU, dio por resultado que la simple idea de obtener una recompensa por hacer lo correcto, logró que los conductores disminuyeran la velocidad media en un 22%.
Richards fue uno de los ganadores de The Fun Theory Awards y ya hay varias ciudades de Suecia que han implementado su idea, incluida su capital, Estocolmo.
Disfruta de mi Vista
¿Un periscopio en una parada de autobús? La idea se le ocurrió a una bloguera neoyorkina y su objetivo es entretener a los viajeros y reducir el estrés mientras esperan el autobús. Ella pretende transformar las paradas en algo así como una zona de juegos, al ofrecer una diversión mientras se aguarda. Los pasajeros no sólo pueden ver si el autobús se acerca, sino que utilizando el periscopio, pueden explorar otras vistas de la ciudad.