“Las abejas y los suelos necesitan ayuda adicional, dado que, las actividades del ser humano atentan contra la salud de las primeras y han degradado de forma atroz a los segundos. La aplicación de Tecnologías Verdes, podría dar una solución a estos graves problemas que hemos ocasionado.”
Cultivos urbanos
La investigación previa, sugiere que la agricultura tradicional puede degradar hasta el 80% del suelo utilizado, al tiempo que, solo permite cosechar, apenas el 50% de lo que podrían producir en realidad, los cultivos plantados.
El mes pasado, se inauguró una nueva granja vertical, que se ha construido en los Países Bajos. La novedad es que está abierta al público, que, al visitarla, comprueba que en la misma no solo se reduce significativamente el uso de los suelos, sino que se cosecha casi el 90% de lo que se planta.
Cada alimento que se produce en una plantación tradicional, debe viajar un mínimo de 2500 kilómetros, para llegar a su punto final de consumo, pero los cultivos producidos por la granja GROWx se transportan empleando vehículos, que no queman combustibles fósiles.
GROWx planta sus cultivos en pequeños espacios urbanos, lo que les permite minimizar el uso del agua, solo emplean energías de fuentes renovables para producir electricidad y utilizan un plan de logística con emisiones casi cero, para reducir los efectos nocivos del transporte, para el Medio Ambiente.
El equipo de GROWx cuenta con la colaboración de la energética Vandebron, para obtener electricidad limpia y con la firma de transporte Tring Tring, que reparte las verduras cultivadas en bicicletas. Todos los cultivos están libres del uso de pesticidas y químicos y su almacenamiento se hace en envases reciclables, lo que elimina el desperdicio en este ámbito.
Salvando a las abejas
Las abejas melíferas, es decir las que se emplean para la apicultura, con el fin de recoger miel y otros subproductos, además de recibir el impacto de las acciones antropogénicas, que están mermando su población en todo el mundo, padecen de ciertas plagas y enfermedades, de cuyos ataques resulta imprescindible preservarlas.
El proyecto AbejasIPM ha comprobado que, en los EEUU, las abejas se están muriendo a un ritmo sin precedentes, por diversas causas. En los últimos años se ha perdido casi un tercio de la población de antophilas (insectos amantes de las flores, mayoritariamente: abejas).
Muchas de las plagas que les afectan por virus, bacterias, parásitos u hongos y que acaban con la vida de las abejas, están aumentando su grado de inmunidad a los productos que tradicionalmente se aplicaban, para controlarlos, al tiempo que los pesticidas agrícolas atacan al sistema inmunológico de las abejas.
El proyecto se basa en buscar biomarcadores en ciertas proteínas, que se encuentran en las antenas de las abejas, que son los que predicen, cuál será el nivel de resistencia a las enfermedades, del individuo estudiado.
Los investigadores están tratando de favorecer la proliferación de las abejas que resultan más resistentes, para que dicho biomarcador se imprima a nivel genético y pase naturalmente, a ser parte del genoma de las sucesivas generaciones.