Caqui: fruta de otoño con increíbles propiedades. El caqui, persimonio o palosanto, es una fruta muy dulce, fácil de comer, y presenta una cantidad elevada de fibra. Es una de las frutas más típicas del otoño, como lo son el aguacate, la chirimoya o la granada. Es rica en Vitamina C, provitamina A (b-criptoxantina) y taninos.
Además, la pulpa del fruto inmaduro es dura, de sabor áspero, y muy astringente por su contenido en taninos, aunque al madurar adquiere una textura fina, y un sabor muy dulce. Se lo conoce también como tomate dulce porque cuando está maduro se asemeja al tomate por su aspecto y tamaño.
Este fruto es originario de China y Japón, donde se cultiva desde el siglo VIII. Posteriormente, fue introducido en los países occidentales. En Estados Unidos, a principios del siglo XIX y en Francia, España e Italia, hacia 1870. Por la naturaleza versátil de la especie, se adaptó con facilidad.
En España fue introducido a finales del siglo XIX. Su cultivo se desarrolló como árboles aislados, mezclados con otros frutales en los jardines, huertos familiares o en pequeñas plantaciones destinadas al consumo local. Actualmente, España es productora del 0,1% mundial de caqui, especialmente en la zona mediterránea, mientras que Asia concentra el 95% de la producción mundial.
Las variedades de caqui se dividen en función de su astringencia:
- Astringentes: Son los tradicionales. Necesitan una adecuada maduración para su consumo. El tomatero, gordo y rojo brillante, pertenecen a esta especie.
- No astringentes: Son los de mayor consumo actualmente. Pertenecen a esta variedad los tipos manzana, sharon (o sharoni o triumph ) y fuyu.
En concreto, las variedades Rojo Brillante y Tomatero se pueden conseguir desde finales del mes de octubre hasta febrero. Los Sharon, desde noviembre hasta marzo. Caqui: fruta de otoño con increíbles propiedades.
Valoración nutricional
Esta fruta destaca por ser dulce, rica en agua, y en fibra. Contiene una proporción importante de hidratos de carbono (16%), fundamentalmente fructosa y glucosa. De ahí que se trate de una fruta bastante dulce.
También aporta pectina y mucilagos (fibra soluble) responsables de la consistencia de la pulpa del caqui. Y una cantidad considerable de fibra insoluble. La pectina y los mucílagos retienen agua, aumentando el volumen de las heces, y facilitando el tránsito intestinal.
En cuanto al contenido vitamínico, el caqui es una excepcional fuente de provitamina A (sustancias que una vez en el organismo se transforman en vitamina A), concretamente de b-criptoxantina. 100 g de porción comestible contiene 1.447 g de este carotenoide (responsable de la coloración de los frutos). También provee de vitamina C, concretamente, un caqui de tamaño medio aporta el 46% de las ingestas diarias recomendadas de esta vitamina.
Entre los minerales que posee, esta fruta es rica en potasio. Y en menor cantidad en magnesio y en fósforo. El caqui aporta compuestos fenólicos, concretamente en taninos, que varía a lo largo de la maduración del fruto. Por otro lado, su aporte energético es superior al de la manzana, la piña o la pera e inferior al del plátano. Caqui: fruta de otoño con increíbles propiedades.